El triunfo de la extrema derecha en dos elecciones regionales en el este de Alemania el domingo provocó un terremoto político en el país y debilita aún más la coalición de centroizquierda de Olaf Scholz, cuando falta un año para las legislativas.
Olaf Scholz pidió el lunes a "todos los partidos democráticos" que formen "gobiernos estables sin la extrema derecha" en Turingia y Sajonia, donde Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo resultados récord.
"AfD está perjudicando a Alemania. Debilita la economía, divide a la sociedad y arruina la reputación de nuestro país", dijo el líder socialdemócrata, en un mensaje en Facebook.
El domingo el partido de extrema derecha se convirtió en la primera fuerza política en Turingia y quedó por detrás de los conservadores en Sajonia, dos regiones de la antigua RDA.
En Turingia el partido, liderado en la región por Björn Höcke, una de las figuras más radicales de la formación, obtuvo el 32,8% de los votos, aunque es probable que no logre formar gobierno.
"Ya no hay política sin AfD", dijo Tino Chrupalla, copresidente de esta formación antimigración, conocido por su posiciones favorables a Rusia.
Todos los demás partidos ya se han negado a aliarse con él, pero "este cortafuegos antidemocrático no se puede mantener a largo plazo", dijo Alice Weidel, copresidenta de AfD el lunes en el canal ARD.
AfD tiene ahora una minoría de bloqueo en el parlamento de Turingia, lo que le permitiría entre otros evitar el nombramiento de jueces. En 1932 esta región fue la primera en llevar a los nazis al poder.
Los resultados del domingo son "un terremoto político en el este", según el diario Tagesspiegel, mientras que el Süddeutsche Zeitung habla de un "resultado alarmante para los demócratas".
En Sajonia, la AfD avanzó tres puntos (30,6%), justo por detrás de los conservadores de la CDU (31,9%), que también descartan cualquier alianza con la extrema derecha pero intentarán formar una mayoría en el parlamento regional de Dresde.
Los resultados en estas regiones, donde la extrema derecha se ha arraigado en los últimos diez años, constituyen un nuevo revés para los tres partidos de la coalición gobernante en Alemania (socialdemócratas, verdes y liberales), antes de las elecciones legislativas de septiembre de 2025.
En las europeas de junio, ya fueron duramente golpeados por la oposición conservadora y la extrema derecha.
En Turingia, el partido SPD del jefe del gobierno alemán Olaf Scholz registró su peor resultado en una elección regional, con 6,1% de los votos. Y en Sajonia obtuvo un 7,3%, menos que hace cinco años.
El resultado refleja el descontento de una parte de la opinión pública con el gobierno actual a causa de la inflación o las medidas para implementar la transición ecológica.
Las continuas disputas dentro del gobierno tripartito también han alimentado su impopularidad.
"Es una bofetada muy grande para todo el gobierno y especialmente para Scholz", dijo a la AFP Marianne Kneuer, profesora de ciencias políticas en la Universidad Técnica de Dresde.
Las elecciones también se vieron afectadas por el impacto del apuñalamiento que mató a tres personas en agosto en Solingen (oeste).
El presunto autor, un refugiado sirio de 26 años, debería haber sido deportado, lo que ha reavivado el debate sobre la inmigración.
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