Pregunta: ¿se imaginan ustedes lo que hubiera ocurrido si el taller juvenil de adiestramiento en el tiro de cócteles molotov contra la policía –con el visto bueno del Ayuntamiento socialista de Granollers- hubiera sido –con el visto bueno de un ayuntamiento presidido por un alcalde del Partido Popular- contra las feministas o los independentistas? ¿Acaso alguien se atrevería a decir que la práctica del lanzamiento no es sino una sátira? Me ahorro la respuesta. Más allá de la «sátira» se esconde la pulsión kale borroka que persiste en un número indeterminado de miembros del independentismo juvenil catalán –también, del no juvenil- que mantiene todavía su simpatía por el señor Viacheslav Molotov -comisario del Pueblo para los Asuntos Exteriores de la...
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