La felicidad es un tema sobre el que se ha escrito, se escribe y seguro que se seguirá escribiendo largo y tendido. Este concepto, según la Real Academia Española, se define así. « Estado de grata satisfacción espiritual y física . Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz. Ausencia de inconvenientes o tropiezos». Lo cierto es que, aunque exista esta definición, la felicidad puede significar algo diferente para cada persona . Desde pasar tiempo con nuestros seres queridos, a probar una comida deliciosa, pasando por dar un paseo por la playa o descubrir una nueva afición. Todas son válidas porque cada uno construye su propia felicidad. Aún así, la ciencia y la psicología estudian este estado, emoción o sensación para lograr comprender y hallar cosas comunes que nos hagan felices a la gran mayoría, ya que alcanzar la felicidad y mantenerla suele ser una de las metas más perseguidas por las personas. Según el estudio 'A systematic review of the strength of evidence for the most commonly recommended happiness strategies in mainstream media' cuyos autores son Dunigan Folk y Elizabeth Dunn, algunas de las estrategias más recomendadas para aumentar la felicidad son las siguientes: Estas consideraciones generales podría decirse que son útiles y válidas casi para cualquier persona, ya que se trata de prácticas sencillas de hacer en la mayoría de casos, para las que no se necesitan grandes recursos materiales o económicos y que se pueden llevar a cabo de vez en cuando, aunque no en todos los casos tanto como gustaría. Para complementar estas estrategias para ser feliz, otros estudios han indagado más allá y han encontrado que hay un hábito que comienza en nuestra propia casa que influye de manera bastante notable en cómo de felices nos podemos llegar a encontrar. La premisa es sencilla: un hogar ordenado hace que nos sea más fácil encontrar la felicidad. ¿Esto quiere decir que si un día tenemos la casa 'patas arriba' seresmos infelices? No, pero, sin caer en extremismos, el orden tiene mucho que ver en nuestro bienestar . Así lo afirman estudios como el titulado 'Los procrastinadores y el desorden: una visión ecológica de vivir con un exceso de cosas', elaborado por José R. Ferrari, Catalina A.Roster, Kendall P. Crum y Matthew A. Pardo. En esta investigación hallaron lo siguiente: «Los resultados encontraron tendencias de procrastinación conductual relacionadas solo con el desorden (una creencia de que los espacios habitables tienen demasiadas «cosas», sentirse abrumado con posesiones excesivas y que la vida personal de uno se ve afectada negativamente por muchas posesiones ). El desorden en el espacio habitable, las emociones negativas y la capacidad social deteriorada predijeron puntajes altos de procrastinación». Este mismo estudio afirma que el desorden se vincula con más sensación de agobio o una menor calidad de vida , lo cual es contrario a la felicidad. Además, este hecho también tiene que ver con el 'feng shui', concepto proveniente de la antigua filosofía china que hace referencia a la asociación del orden y ocupar el espacio de manera armónica con una sensación de buena energía y fluidez. Por lo que, un hábito tan simple como mantener el orden en casa, así como espacios organizados, puede hacer que seas más feliz.