Bullrich y Milei se jactan de gasear y repeler con violencia y detenciones las movilizaciones callejeras, lo que sumado a la persecución política de sus referentes, obligó a los movimientos populares a diversificar sus estrategias de lucha, no sin debate interno. Pettovello ya tomó nota de que son indispensables en los territorios y abrió una puerta de negociación. La agenda del hambre y las niñeces, con métodos alternativos