Damián Castaño fue el dueño y señor del primer desafío ganadero, entre Saltillo y Vadellán. Se esperaba más de los dos hierros, pero el salmantino, con las ideas claras, hizo rugir Madrid , y habría salido por la calle Alcalá de no haber sido por el mal uso de la espada, que ya le ha lastrado en otras ocasiones. Bien estuvo con el primero de su lote, un toro de Saltillo que fue de menos a más, al que intentó lucir en varas. Con la muleta en la zurda, sin probaturas, citó Castaño a Morisqueño. En un principio el animal pasaba engallado y tendía a salirse abierto, pero fue metiéndolo en la muleta. Por la diestra buscó la ligazón en...
Ver Más