En cuatro meses la vida le ha dado la vuelta a Paula Badosa. Con su derrota en el Mutua Madrid Open a finales de abril se fue más allá del “top 100”. Venía de una lesión en las vértebras que le amargaba la vida y no le dejaba tener continuidad. Incluso llegó a escuchar de algún médico que la única solución era dejar el tenis. La jugadora española admitió que en ese momento se planteó colgar la raqueta. Se controló el dolor, pero los resultados no llegaban. Ella no quiere deambular por el circuito, quiere ser una de las mejores porque sabe que tiene potencial. Con la ayuda de su círculo de confianza, con su entrenador Pol Toledo a la cabeza, ha dado la vuelta a la situación. “Le doy toda la importancia [al técnico] porque al final ha estado conmigo 24 horas 7 días a la semana, en los que me ha visto llorar, sufrir, no creer en mí, tener dudas; me ha visto no querer seguir jugando”, ha confesado Paula.
Pero las ganas le han ido volviendo y en un verano maravilloso, vuelve a sentirse fuerte y a creer en sí misma. Fue campeona en Washington y semifinalista en Cincinnati. Ahora, su victoria ante la china Wang (6-1 y 6-2) la mete en los cuartos de final del US Open. Badosa ha sido dos del mundo (en 2022) y ganadora del WTA 1.000 de Indian Wells (en 2021), pero con este resultado iguala su mejor ronda en un Grand Slam. Sólo en Roland Garros 2021 había llegado tan lejos.
A veces los resultados son engañosos en el tenis. El 6-1 del primer set puede parecer que fue un paseo, pero fue muy trabajado, como demuestra el primer juego, con la catalana al servicio. Duró diez minutos y tuvo que levantar cuatro pelotas de break. Así fue durante todos los juegos iniciales, hasta el 5-0. Se llegaba al iguales, pero en los momentos decisivos Badosa tenía mejor tenis. Wang la intentaba liar con pelotas altas, pero no cayó en la trampa. Poco a poco fue imponiendo su golpe de derecha. Se hinchó a meter ganadores con ese tiro, o a desplazar a su rival. Cuando lograba darlo plantada y le metía un poco de efecto, la asiática tenía que hacer muchos metros para lograr contestar, y dejaba la pista libre, a placer para que Paula rematara después. Cuando sacó bien, después tomaba el control con facilidad.
En el segundo set le costó un poco más encontrar esos golpes definitivos, pero no perdió la calma en ningún momento. Con un resto directo de derecha hizo el break que la empezó a dirigir a la victoria.
Le costó un poco cerrar el último juego y demostró de nuevo entereza en los puntos calientes. Acabó el partido con ocho pelotas de break salvadas, todas las que tuvo en contra. Su rival saldrá ahora del partido entre las estadounidenses Emma Navarro y Coco Gauff, que es la defensora del título.