El pasado mes de febrero, el patrullero de vigilancia de zona (PVZ) Isla Pinto llegaba a su base en la Comandancia Naval de Melilla. La embarcación era la primera de este tipo de la Armada con base permanente en la ciudad autónoma. Poco después, en julio, se producía el relevo al frente de esta embarcación, al tomar posesión como comandante del buque Manuel Ángel López, que sustituía a Juan Antonio Chicharro, en un acto que se llevó a cabo conforme dicta el ceremonial marítimo castrense, en la mar, concretamente en las proximidades de Melilla la vieja.
Y fue precisamente Manuel Ángel López, cuyo anterior destino fue durante dos años como oficial de propulsión en la fragata Blas de Lezo con base en Ferrol, quien, en una entrevista con el diario el Faro de Melilla al mes de ocupar su puesto, aseguraba que "las plazas de Ceuta y Melilla son sitios donde la Armada debe tener una presencia naval importante [...]. Tanto en Ceuta como en Melilla debemos recordarles a Marruecos que España sigue siendo la dueña de ambas ciudades y que éstas tienen aguas territoriales con una serie de derechos que se tienen que respetar".
Respecto a este tema, el comandante del Isla Pinto recuerda que los buques marroquíes "no pueden estar faenando dentro de aguas territoriales sin permiso de las autoridades españolas, por poner un ejemplo. Ceuta y Melilla son dos puntos estratégicos muy importantes para España y “los peñones son importantes para la defensa. En el sentido del control de nuestros espacios de soberanía, tanto en tierra como en mar. Son imprescindibles, además la Armada sirve para controlar una zona tan vital como es el Estrecho de Gibraltar, y para que los patrulleros de la Armada marroquí sepan que estamos, tanto nosotros como la Guardia Civil vigilantes”.
El nuevo jefe del patrullero Isla Pinto destacó que la presencia de la Armada en Melilla no es solo un símbolo, sino una muestra de la determinación de España de defender su soberanía, un mensaje que claramente refuerza la posición española frente a las crecientes presiones por parte de Marruecos.
Estas declaraciones se producen en un contexto en el que las relaciones entre España y Marruecos han experimentado varios altibajos, especialmente en lo que respecta a la soberanía de las ciudades autónomas reclamadas por Marruecos, lo que ha generado tensiones en diversas ocasiones.
El relevo de mando en el patrullero Isla Pinto marca un momento significativo, ya que este buque es el primer patrullero de la Armada Española con base permanente en Melilla, lo que subraya la importancia estratégica que España otorga a la defensa de esta ciudad autónoma.
El acto de relevo, que contó con la presencia de autoridades militares y civiles, fue un reflejo de la continuidad del compromiso de la Armada Española con la protección y vigilancia de las aguas territoriales de Melilla. El nuevo comandante asume su puesto con la responsabilidad de mantener la seguridad marítima en una zona de gran sensibilidad geopolítica.
A nivel internacional, estas afirmaciones también envían un mensaje a los aliados y socios de España, subrayando la importancia de la estabilidad y seguridad en la región del Mediterráneo occidental. El papel de la Armada Española en la defensa de Melilla y Ceuta es crucial, no solo para la integridad territorial de España, sino también para la seguridad de las rutas marítimas y la lucha contra el tráfico ilícito en el estrecho de Gibraltar.
El patrullero Isla Pinto, asignado ahora permanentemente a Melilla, representa un paso adelante en la estrategia defensiva de España en la región. Este buque, el primero de su clase en tener una base permanente en Melilla, está diseñado para misiones de vigilancia marítima, control de fronteras y protección del tráfico marítimo en una de las zonas más transitadas del mundo.
El Isla Pinto es un buque de guerra moderno, equipado con tecnología avanzada para operaciones de vigilancia y defensa. Su presencia en Melilla no solo mejora la capacidad de respuesta rápida de la Armada Española en caso de una emergencia, sino que también actúa como un disuasivo para cualquier intento de infracción o provocación en las aguas que rodean la ciudad.
El buque, de 20,5 metros de eslora y 4,9 metros de manda, está preparado para alcanzar velocidades de 32 nudos, y puede albergar hasta 16 personas a bordo. La tripulación está formada por diez marinos; un comandante, con el empleo de teniente de navío; dos suboficiales -un contramaestre y otro de cargo de máquinas-; dos cabos primeros -uno especialista en electricidad y otro en comunicaciones-; y cinco cabos/marineros de diversas especialidades.
El patrullero fue construido en el astillero de Rodman en Vigo y entregado a la Armada en junio de 2023. Incorpora una ametralladora pesada Browning de 12,7 mm en la proa del buque y armas portátiles para proporcionar defensa y seguridad. El Isla Pinto opera desde la Comandancia Naval de Melilla, integrado en la Fuerza de Acción Marítima, bajo el mando de las unidades dependientes de Cartagena (Comarcart).
Su misión principal será la vigilancia de las aguas que rodean la ciudad autónoma y las islas y peñones próximos con destacamentos del Ejército de Tierra. También colaborará con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en misiones de policía marítima, según los acuerdos vigentes, y con otros departamentos ministeriales en tareas de vigilancia de pesca, de investigación científica, de salvamento, protección del patrimonio arqueológico subacuático y de lucha contra la contaminación marina.
Con esta embarcación, la Armada incrementa su presencia en la ciudad autónoma. Hasta ahora, no tenía buques de estas características de forma permanente en Melilla, su presencia se limitaba a embarcaciones menores de apoyo a la entrada y salida de otros barcos al puerto de la ciudad.
Es un buque de patrulla diseñado para operar en misiones de vigilancia costera, protección del medio ambiente marino y control de fronteras. Con un desplazamiento de aproximadamente 1.500 toneladas y una velocidad máxima de 20 nudos, este patrullero está equipado con sensores avanzados, radares de última generación y sistemas de comunicaciones que le permiten realizar operaciones en una amplia gama de condiciones marítimas.
El buque cuenta con una tripulación capacitada para llevar a cabo misiones de defensa y rescate, y su diseño modular permite la adaptación a diferentes tipos de misiones, desde la vigilancia de la pesca hasta la interceptación de actividades ilegales en el mar. Además, el Isla Pinto está armado con sistemas de armas que le permiten actuar en situaciones de conflicto, reforzando así la capacidad defensiva de la Armada Española en la región.