Las reseñas que los clientes publican en internet sobre su experiencia en establecimientos de hostelería son, en algunas ocasiones, motivo de disputa entre el consumidor y los responsables del propio restaurante cuando estos creen injusta la valoración realizada a su servicio. El influencer valenciano Jesús Soriano, alias 'Soy Camarero', ha abierto el debate en redes sociales tras cuestionar a sus seguidores sobre un caso concreto en el que el propietario de una taberna responde a las criticas de una mujer sobre la «bajísima calidad» de la comida y el «precio desorbitado» del local «cutre» . «Hemos comido fatal y no volveremos, no lo recomiendo», zanja la clienta, que valora el sitio con una de las cinco estrellas que Google permite otorgar, tras arremeter también contra la «falta de educación» del «jefe». En su respuesta, el propietario del establecimiento aporta muchos más datos para entender lo sucedido: «Esto es lo que ocurrió y tú no has contado, bruja mentirosa». De acuerdo con este relato, la mujer se sentó en una mesa de la terraza del local con dos personas más y dos perros. En ese momento, se dirigió a uno de los seis camareros para advertirle que «todos» se acercaran a la mesa por la parte izquierda ya que unos de los perros «se tiraba porque es muy agresivo» . «Sólo me limité a decirte que si tu perro es agresivo l o que deberías hacer es dejarlo en tu casa y no llevarlo a una terraza en la que, además de atacar a algún camarero, también lo podría hacer con algún otro cliente o, lo que es más grave, a algún niño», asevera el dueño de la taberna. En este punto, eleva el tono: «Te puso un ejemplo de que si tu perro acaba a alguien, podría salir disparado de una buena patada». «Para tener animales hay que ser una persona responsable y saber educarlos a estar tranquilos. Esperamos que no vuelvas a visitar nuestra taberna jamás», zanja el hostelero. De hecho, la mayoría de comentarios en redes coinciden con su opinión y reclaman sentido común a la hora de acudir con perros peligrosos a espacios concurridos.
