Las monarquías escandinavas están, sin pretenderlo y casi al mismo tiempo, protagonizando momentos de preocupación que recogen los titulares debido a las actitudes que tienen los jóvenes hijos reales. Por un lado, el escándalo de Marius Borg , el hijo de la Princesa Mette-Marit de Noruega , implicado en la agresión a una joven bajo los efectos, según confesó él, de las drogas y el alcohol, y sus recientes fotografías publicadas en los medios noruegos en las que aparece sujetando una pistola o con una camiseta que manifiesta su detracción a la corona , han perjudicado de lleno la opinión que la ciudadanía tiene sobre su posible futuro en el trono, pues se niega a la abdicación del Rey Harald en favor de su hijo el Príncipe Haakon . Por otro lado, a sus 18 años Christian de Dinamarca , apodado por la opinión pública como el 'nuevo Príncipe fiestero' provoca más de un quebradero de cabeza tanto a la Casa Real danesa como a la población del propio país. Su habitual distancia de la agenda oficial y su tendencia a las noches de fiestas con amigos ha situado al Príncipe en el punto de mira al considerar expertos en la corona que el futuro heredero desequilibra la estabilidad de la misma al aparentar poca responsabilidad y seriedad con sus deberes reales. A principios del verano, el joven terminaba sus estudios de bachillerato en el Ordrup Gymansium, tal y como lo hizo su primo Nicolás de Dinamarca , y puso fin así a su etapa de educación secundaria. En el horizonte más próximo comenzaban las conjeturas del siguiente paso que tomaría en su vida el Príncipe, si decidiría continuar con su formación académica cursando alguna carrera en Harvard, la misma universidad en la que estudio su Federico de Dinamarca , o si terminaría emprendiendo el camino del entrenamiento militar como han hecho otros miembros de Casas Reales europeas como la Princesa Leonor o la Princesa Elisabeth de Bélgica . Hasta el momento, lo que se sabía de los planes futuros del joven le situaba en un año sabático sin objetivos concretos pero con la asignatura pendiente de comenzar a cambiar la opinión que se guarda de él respecto a sus obligaciones con la corona, pues se le recomendaba tener más presencia que antes. Centrado en este descanso, el Príncipe tuvo que ejercer de regente frente a la ausencia de sus padres por su compromiso con los Juegos Olímpicos 2024 pero también encontró tiempo para divertirse con sus amigos como cualquier joven de su edad. Ante la expectación existente sobre el rumbo que tomaría en los próximos meses sin planes personales, la Casa Real danesa ha desvelado este viernes cuál será su nueva ocupación por la que tendrá que mudarse a otro continente. En un comunicado oficial, se ha explicado que el Príncipe no será ni estudiante ni militar, sino que se convertirá en granjero en un país africano hasta ahora desconocido. «El 4 de septiembre, el Príncipe Heredero partirá para una estancia prolongada en África Oriental. Allí, participará en el funcionamiento diario de dos granjas, lo que implicará, entre otras cosas, tareas prácticas y administrativas, además de brindarle una idea de la conservación de la naturaleza local», indica el escrito real sobre el viaje en el que se embarcará Christian de Dinamarca el mes que viene. Tres meses son los que supuestamente permanecerá el Príncipe heredero en las granjas africanas hasta que regrese de nuevo a Dinamarca con sus padres Federico y Mary para, ya sí, decidir si continuará estudiando o se formará militarmente. Este inminente plan no es una decisión tomada drásticamente para mantener ocupado con algo al joven, sino que se trata de una larga tradición que existe en la Familia Real por la que los sucesores al trono realizan estancias de varios meses en el extranjero durante su juventud, para otorgarles la oportunidad de ver mundo y desarrollarse así como personas. En la Familia Real danesa, tanto el Rey Federico y su hermano el Príncipe Joaquín como la Reina Margarita también recorrieron el mundo de jóvenes. Él participó en 1986 en una expedición a Mongolia para conocer a un grupo de nómadas y trabajó en una finca vitícola en California en 1989, y su hermano visitó una granja en Australia. Ella se embarcó en los años 60 en una aventura por América del Este y del Sur. El país concreto en el que vivirá la nueva experiencia el Príncipe heredero no se ha desvelado para garantizar la total privacidad de su estancia, lo que seguro servirá para aliviar durante un tiempo la notoria tensión por su pública actitud fiestera. Otros expertos en la Familia Real han señalado que la elección de África como destino responde a la intención del Ministro de Asuntos Exteriores danés de atender en profundidad a los países africanos, pues son importantes oportunidades políticas y económicas. «Las decisiones de la casa real se alinean muchas veces con la política del gobierno», ha declarado el experto Lars Hovbakke a la revista de Dinamarca 'Se Og Hor'. Antes de marcharse, Christian de Dinamarca deberá asistir a los compromisos institucionales que constan en la agenda oficial de la corona. El lunes dos de septiembre, justo dos días antes de emprender su viaje, el Príncipe asistirá en solitario a los Juegos Paralímpicos de París 2024 y, desde las gradas, se mostrará animando en las competiciones en las que participarán los 32 atletas que se disputan las medallas olímpicas representando a Dinamarca en atletismo, ciclismo, rugby o natación. El primero en la línea sucesoria de Dinamarca es un auténtico apasionado del deporte y ya lo demostró junto a su padre en las citas deportivas de la selección danesa de los últimos Juegos Olímpicos.