El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) viene impulsando la construcción del nuevo Viaducto de Lurín, obra que formará parte de la Nueva Carretera Central. Se trata de una autopista elevada que cruzará montañas para conectar las costa con el centro del Perú en solo 2 horas con 30 minutos.
La Nueva Carretera Central, calificada por el gobierno como la más grande en la historia del país, avanza a paso firme. En febrero de este año, Provías Nacional inició la elaboración del estudio definitivo de ingeniería de esta crucial carretera.
Este 31 de agosto, el MTC anunció la instalación de un grupo de trabajo multisectorial, llamado “Unidad de promoción de corredor vial seguro en la Carretera Central”, con el objetivo de que coordine las acciones necesarias para gestionar el tránsito y la seguridad vial en esta autopista. Esta comisión no solo busca reducir la ocurrencia de choques y siniestros, sino también optimizar el uso de esta moderna infraestructura.
El futuro Viaducto Lurín, infraestructura que incrementará la eficiencia de la Nueva Carretera Central, tendrá dos carriles en cada sentido con un separador central para evitar los choques. Esta autopista, cuya inversión proyectada superará los 24.000 millones de dólares, cruzará las montañas más altas del país, por lo que es considerado todo un hito de la Ingeniería moderna.
La Nueva Carretera Central contará, además, con 185 kilómetros de extensión, 33 kilómetros de túneles, 19 kilómetros de viaductos, muros de contención y paneles antiruidos. Una vez culminada, permitirá el paso de 12.152 vehículos al día, superando los 4.000 que hoy suelen transitar por la actual Carretera Central.
La Nueva Carretera Central conectará 6 regiones del Perú, beneficiando a más de 15 millones de personas y generando más de 32.000 empleos, tanto directos como indirecto. Para su ejecución, se ha establecido un acuerdo Gobierno a Gobierno con Francia, bajo la asesoría técnica de la Oficina de Gestión de Proyectos de PMO Vías.
Esta autopista iniciará su recorrido en Huaycán (distrito limeño de Ate Vitarte), continuará por Cieneguilla, Santiago de Tuna, pasando San Andrés de Tuquicocha, San Damián de Yurimacyo, Yauli y Pachochaca. Su trayecto terminará en Santa Rosa del Chaco (Junín), conectándose directamente con la carretera La Oroya.
Este megaproyecto también dinamizará la economía del país, puesto que reducirá costos logísticos para el transporte de carga y facilitará la conexión con el aeropuerto y puerto del Callao, así como con el megapuerto de Chancay. Su construcción está proyectada para el primer trimestre del año 2026, con la expectativa de concluir las edificaciones en el 2031.
