La Generalitat Valenciana traslada a los 'paranyers' que autorizará la captura en vivo de zorzales para unas pruebas "científicas" del método del cesto-malla
Los cazadores con la técnica del 'parany', que consiste en untar con una sustancia adhesiva los árboles y que está prohibida por la Unión Europea por indiscriminada, han salido de los cuarteles de invierno que tenían en la Diputació de Castelló para entrar en el Palau de la Generalitat, ambas instituciones gobernadas por el PP. Este paso adelante de los 'paranyers' se hace tras el resquicio que ha permitido a esta modalidad tradicional de caza de pequeñas aves el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) a través de las “pruebas científicas de cesto-malla”, una nueva modalidad de trampa que pretende esquivar la normativa europea al pretender ser más selectiva con sus presas, como el zorzal.
La Associació de Paranyers de la Comunitat Valenciana (Apaval) ha sido recibida esta semana por el conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, quien se ha comprometido a autorizar esta modalidad de trampa como adecuación para la captura selectiva en vivo de zorzales.
El mantenimiento de esta técnica de caza a través de la modalidad de cesto-malla es la puerta que se abrió con la sentencia del TSJCV este mismo mes de agosto que anulaba la resolución del gobierno del Pacte del Botànic que en 2022 prohibía la realización de pruebas de campo con dicha tipología de trampa, y obligaba a la Conselleria a emitir una nueva resolución fundamentada.
Pero la nueva resolución que presentará la Generalitat cambiará de sentido con el gobierno del PP de Mazón. El conseller Martínez Mus defendía que sí que permitirá continuar con la investigación “para hacer compatible una práctica tradicional de caza de gran arraigo en la provincia de Castellón”. Asegura que el estudio se realizará “con rigor científico”.
El problema concreto del 'parany' ha sido el uso de la 'liga', que es la varilla que se utiliza para atrapar a los pájaros, que se embadurna con un ungüento pringoso natural (en la época moderna se han utilizado pegamentos sintéticos) y se coloca en árboles modificados mediante la poda donde se incorporan estas ramas pringosas para que atrapen a los pájaros. Las presas que se embadurnan se quedan en las ramas o caen al suelo, y entonces el cazador los mata normalmente retorciéndoles el cuello o aplastándoles el cráneo. En estas varillas se posaban todo tipo de pájaros, entre ellos el petirrojo europeo, la curruca o los mochuelos, algunos de ellos especies protegidas.
La propuesta de la técnica del cesto-malla es una alternativa que consiste en un cepo con una red que se coloca dentro de la estructura del árbol en sustitución de las varillas con pegamento. Así, en lugar de quedar embadurnados se les envuelve con la malla y se quedan atrapados. Se quiere profundizar en la selectividad ya que afirman que se liberarían las especies no cinegéticas y se pretende llegar a un nivel de 85% de zorzal.
Desde SEO/BirdLife mantienen su posición contraria también al método del cesteo-malla asegurando que “la malla implica capturar las aves y luego liberarlas, pero hay que recordar que lo que está prohibido es la captura con estas prácticas no selectivas, incluidas las mallas”.
Ante esta luz verde que ya ha mostrado la Generalitat Valenciana, la presidenta de la Diputació de Castelló, Marta Barrachina, del PP, esta misma semana anunciaba un convenio con Apaval para sufragar la realización de las pruebas del cesto-malla. Para ello ha planteado una ayuda de 20.000 euros a la asociación de 'paranyers', en un convenio de colaboración “que posibilitará la realización de las pruebas científicas del cesto-malla y que permitirían compatibilizar la práctica de esta modalidad de caza con la preservación de las especies”, asegura la presidenta.
Barrachina ha recordado el apoyo de su gobierno desde el inicio de la legislatura al sector cinegético con la creación del área específica de caza en el nuevo organigrama de la institución provincial “para que tengan más respaldo y apoyo institucional”. Entre las formas de apoyo la Diputación de Castellón ha anunciado la creación de una línea de ayudas que facilite la implantación del cesto malla en los ‘paranys’, así como la firma de un convenio singular con Apaval para crear la Escuela Provincial del Parany, organizando cursos y jornadas en diferentes municipios.
Pero además la Diputació de Castelló ya se ha avanzado y ha anunciado que, en el caso en que el resultado de las pruebas del cesto-malla fuese negativo, “se apostará por la creación de una cátedra científica para la selectividad del ‘parany’ con el objetivo de subvencionar estudios científicos para seguir investigando otras fórmulas para hacer viable su recuperación”.