El mercado de fichajes en la Bundesliga ha llegado a su fin y la sensación en Borussia Dortmund es de gran satisfacción, sin dejar apenas tareas pendientes. Muchas salidas, muchas llegadas y un resultado final que entusiasma al cuerpo técnico y a los aficionados. Repasamos todos los movimientos.
Gran parte de todo el trabajo que el BVB ha hecho este verano viene de hace meses. Se quedara Terzic o no -finalmente ha llegado Sahin-, había una serie de jugadores a los que el club iba a dar salida y así lo hizo. Se marcharon al terminar contrato Marco Reus, Marius Wolf, Mateu Morey y un Mats Hummels que lo hizo con mucha polémica por la guerra interna del club. Después, se encontró destinos paraa otros perfiles con los que el nuevo técnico no contaba como Youssoufa Moukoko, Saliih Özcan y Soumaïla Coulibaly, todos cedidos y el primero con muchas opciones de irse de forma permanente. Se sacó, además, un pequeño pellizco por la venta de Ole Pohlmann a Portugal.
Las dos marchas más duras fueron las de Niclas Füllkrug y Tom Rothe. El primero porque era uno de los líderes del plantel y su aportación goleadora fue clave la pasada temporada. Dejó, eso sí, 27 millones de euros en las arcas del club que permitieron financiar otras operaciones. El segundo, porque había posibilidades de que el canterano tuviera minutos en el lateral izquierdo e incluso peleara la titularidad en un futuro. En total, son diez los jugadores que vieron la puerta de salida, además de unos Sancho y Maatsen que terminaron sus cesiones y regresaron a la Premier.
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Cinco han sido los fichajes que ha hecho la directiva negriamarilla este verano con una premisa clara: reforzar lo máximo posible las posiciones capitales. El gran fichaje es el de Serhou Guirassy, uno de los mejores delanteros de la pasada temporada en toda Europa y por el que pagaron menos de 20 millones de euros, aprovechando una gran oportunidad de mercado. Para cubrir la baja de Hummels llegó otro jugador de Stuttgart, Waldemar Anton, ganándole la carrera a Bayer Leverkusen. Encima, lograron un organizador como Pascal Gross que, pese a ser veterano, en la pretemporada dejó grandes sensaciones.
Por otro lado, también reforzaron una demarcación bastante débil como el lateral derecho con Yan Couto, una de las revelaciones de LaLiga con Girona y que permitirá no sobreexplotar a Julian Ryerson. Y como guinda, tras la venta de Füllkrug, se hicieron con Maximilian Beier, uno de los atacantes jóvenes con más proyección de la Bundesliga y que fue convocado por Julian Nagelsmann a la Eurocopa. El único ‘pero’ es que el lateral izquierdo puede sufrir bastante a lo largo de la temporada sin un reemplazante para Rothe, pero en líneas generales hay refuerzos de más nivel y para posiciones que lo necesitaban.
Este mercado de fichajes no garantiza que Borussia Dortmund vaya a ganar la Bundesliga, algo que dependerá más de cómo Nuri Sahin de cabida y exprima a los jugadores, pero sí deja una base que ilusiona. La reconstrucción que era tan necesaria desde hace varias campañas empieza a ser una realidad.
