Dan Evans mostró una notable valentía y resistencia al avanzar a la tercera ronda del US Open, asegurando una victoria en sets corridos sobre el joven talento Marino Navone. En un partido que destacó su espíritu combativo, el veterano británico se impuso por 6-4, 6-3, 6-3, ejecutando su plan de juego con precisión y utilizando su versatilidad en todas las áreas de la cancha para superar a su joven oponente.
Después de una batalla maratónica días antes, en la que Evans venció a Karen Khachanov en lo que se convirtió en el partido más largo de la historia del US Open, había preocupaciones legítimas de que el desgaste físico pudiera afectar las posibilidades del jugador de 34 años en las siguientes rondas. Con más de cinco horas en cancha durante ese encuentro, la fatiga parecía ser un rival propio, amenazando con alterar el ritmo de Evans.
Sin embargo, Evans demostró una vez más que no solo es un luchador, sino un estratega astuto. A pesar del desgaste acumulado, salió a la cancha el jueves decidido a controlar el ritmo del partido. Su estrategia fue simple pero eficaz: mantener los puntos cortos, romper el ritmo de Navone desde la línea de fondo y tomar el control en la red. Evans convirtió la cancha delantera en su zona de confort, avanzando constantemente y demostrando voleas precisas, dejadas y reflejos agudos que mantuvieron al joven argentino bajo presión constante. Su capacidad para acercarse a la red con confianza, combinada con su fino toque, le permitió ganar la mayoría de los puntos cuando subía, lo cual fue clave en su éxito a lo largo del encuentro.
Evans tomó ventaja temprano en el primer set, rompiendo el servicio de Navone con un pase perfectamente ejecutado que rozó la línea. Desde allí, el británico mantuvo su servicio con autoridad, variando su juego con cortes y golpes de fondo agresivos para evitar que Navone encontrara su ritmo. Al servir para cerrar el set en 5-4, Evans exhibió su ya conocida calma bajo presión, salvando un punto de quiebre antes de sellarlo con un impecable saque y volea.
Con el primer set en el bolsillo, Evans mantuvo el impulso en el segundo, donde su visión de la cancha y su juego agresivo en la red siguieron dando frutos. Rompió el servicio de Navone temprano y mantuvo la ventaja con una serie de acercamientos bien calculados y voleas precisas que neutralizaron los intentos de su oponente de contraatacar. La presión constante ejercida por Evans forzó errores en Navone, lo que permitió al británico llevarse el segundo set 6-3 con un saque ganador por el centro.
A medida que avanzaba el partido, Evans no mostró señales de desacelerar. A pesar de su extenso tiempo en la cancha a principios de la semana, continuó dictando el juego con su variedad de golpes y su inteligencia táctica. En el tercer set, Evans rompió nuevamente para ponerse 4-2, controlando los intercambios con cortes profundos y subidas a la red. Navone, que no encontraba respuestas ante la agresividad constante de Evans, sucumbió a la presión, permitiendo al británico cerrar el partido 6-3 después de poco más de dos horas y media.
Con esta victoria, Evans no solo disipó cualquier duda sobre su resistencia, sino que también aseguró un emocionante encuentro de tercera ronda contra el australiano Alex de Minaur. El británico, sin duda, necesitará recurrir a la misma tenacidad y versatilidad en lo que promete ser un duelo de alta intensidad.
