Al menos cinco casas ardieron este jueves en el campo de refugiados Nur Shams de Tulkarem, en el norte de Cisjordania ocupada, provocando heridas a decenas de palestinos, informó una fuente local a EFE, en medio de una extensa incursión del Ejército israelí que ha dejado al menos 18 muertos en el área circundante.
La situación humanitaria en la que se encuentra el campamento es “terrible” tras el paso de las fuerzas israelíes, denunció el jefe del Comité Popular de Nur Sham, Nihad al Shawish, a la agencia oficial de noticias palestina Wafa.
El funcionario acusó a los soldados de quemar y demoler múltiples casas y comercios hasta “la destrucción total”, provocando “el desplazamiento de numerosas familias”.
El Ejército israelí, por su parte, desmintió haber causado estos incendios y aseguró que fueron provocados por artefactos explosivos instalados dentro de las casas que habían atacado, según recoge el canal catarí Al Jazeera.
Al Shawish también lamentó que las tropas hebreas estén impidiendo el acceso a los equipos médicos y de Defensa Civil para atender a los heridos y damnificados.
“Las fuerzas han estado realizando redadas en propiedades residenciales y comerciales, rompiendo puertas y provocando pánico entre los residentes, afectando especialmente a niños, mujeres y ancianos”, señala Wafa.
El Ejército anunció a primera hora la muerte del líder de la brigada en Tulkarem de la Yihad Islámica Palestina, Mohammed Jaber ‘Abu Shujaa’, junto a otros cuatro milicianos, en un intercambio de fuego que estalló mientras se escondían en una mezquita.
En las últimas 48 horas, el Ejército ha lanzado una serie de redadas -muchas de las cuales siguen en marcha- en el norte de Cisjordania ocupada, que han dejado al menos 18 muertos en Yenín, Tulkarem y Tubas.
Estas cifras convierten a agosto en el mes más mortífero en lo que va de año para los habitantes de este territorio palestino ocupado.
Esta tarde, el Ejército dio por concluida su operación “antiterrorista” en el área de Fara en el Valle de Jordán (gobernación de Tubas), tras desmantelar infraestructura militar y “eliminar a terroristas armados” en esta zona en una serie de “intercambios de disparos”.
“Durante la operación, nuestros soldados utilizaron un dron para localizar un laboratorio de explosivos y un centro de operaciones integrado dentro de una mezquita de la zona. En el interior de la mezquita también se encontraron armas, artefactos explosivos y equipo militar adicional”, indican un comunicado castrense.
La violencia en Cisjordania, la más álgida desde la Segunda Intifada (2000-05), se disparó aún más en octubre pasado tras el estallido de la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza.
El Ejército israelí ha intensificado sus ya frecuentes incursiones en este territorio y solo en lo que va de 2024, han muerto al menos 322 palestinos, la mayoría en choques durante redadas militares israelíes y una minoría tras supuestamente perpetrar ataques contra soldados o civiles israelíes, según un conteo de EFE.