Alrededor de las siete de la tarde, la Princesa Leonor ha llegado a la Academia Naval de Marín para iniciar su segundo año de formación militar. Lo ha hecho bajo una gran expectación, ya que por primera vez la hemos visto luciendo el uniforme de la Armada, completamente blanco y con chaqueta abotonada. En esta ocasión ,la ya alférez Borbón Ortiz, ha cruzado la puerta de entrada al complejo militar sin el apoyo de los Reyes y su hermana quienes se encuentran ya inmersos en sus actividades oficiales. En esta ocasión no hemos tenido imágenes de sus padres despidiéndose, como ocurrió el año pasado en su ingreso en la Academia Militar General de Zaragoza cuando Don Felipe y Doña Letizia, así como la infanta Sofía, la acompañaron porque era su primer curso; ahora, ya como parte del ejército, la Heredera al trono ha llegado sola para iniciar el curso como alumna de tercero con el rango de guardiamarina de primero, equivalente al de alférez.
La formación militar de la primogénita de los Reyes seguirá el mismo esquema que en el seno del Ejército de Tierra, es decir, formarse con un plan de estudios adaptado a su realidad, pero realizando las mismas duras maniobras. No en vano, en Zaragoza cumplió prácticamente los mismos hitos que sus compañeros: desde la entrega de la boina grancé, el sable de oficial o la jura de bandera.
Su día a día se corresponderá con el régimen estricto que caracteriza a la formación castrense. A las 7.50 toca pasar 'revista de policía' -verifican que lleven el uniforme bien puesto--. A continuación, irán a clase: cinco horas por la mañana --comienzan a las 8.10- y tres por la tarde. Disponen de una hora para comer y todos los días deben de realizar una hora de gimnasia. A las 18.00 tiene lugar un acto militar, la 'lectura de la orden', y a las 22.30 tienen que irse a dormir, para "garantizar que los alumnos tienen ocho horas de sueño". Si algún alumno quiere acostarse más tarde para estudiar debe pedir permiso.