La Corte Constitucional de Corea del Sur dictaminó el jueves que gran parte de los objetivos climáticos del país son inconstitucionales y no protegen suficientemente a la población, al cierre de un caso histórico presentado por niños.
La mayoría de los 62 litigantes, que nombraron a un embrión como demandante principal, tenían menos de cinco años cuando la demanda fue presentada en 2022.
Los demandantes alegaban que los objetivos climáticos de Seúl eran insuficientes y violaban los derechos humanos garantizados por la Constitución.
Corea del Sur se comprometió en 2021 a reducir sus emisiones de carbono en 290 millones de toneladas para 2030 y a ser neutra en carbono antes de 2050.
Para alcanzar este objetivo, el país debería haber disminuido desde 2023 sus emisiones en 5,4% cada año, lo que no ocurrió.
Uno de los litigantes, apodado "Pájaro carpintero", aún no había nacido cuando sus padres presentaron la demanda en su nombre.
La corte estimó "que debe garantizarse nuestro derecho a vivir una vida a salvo de la crisis climática", declaró Yoon Hyeon-jeong, una de las jóvenes activistas implicadas, llorando de felicidad.
Como consecuencia de la sentencia, Seúl tendrá que revisar sus objetivos climáticos, afirmó Youn Se-jong, abogado de los demandantes.
"Con la sentencia de hoy, hemos confirmado que el cambio climático es una cuestión de nuestros derechos fundamentales y que todo el mundo tiene derecho a estar a salvo de él", agregó.
En sus argumentos, los demandantes afirmaban que su generación no sólo viviría en un medio ambiente degradado, sino que también tendrían que tomar medidas drásticas contra las emisiones de CO2, debido a la inacción actual.
Una iniciativa similar presentada por jóvenes triunfó recientemente en Montana, Estados Unidos, mientras que otra está en curso ante la justicia europea.
En 2021 las autoridades alemanas fueron condenadas en un caso similar.
"Empecé este caso cuando tenía 10 años y estoy feliz y orgulloso de los resultados de hoy, como si un deseo se hubiera hecho realidad", dijo Han Jeah, un demandante de 12 años.
"Tenemos derecho a vivir seguros y felices incluso en la crisis climática. Este derecho debe protegerse en cualquier circunstancia y nadie puede vulnerarlo", añadió el joven.