Pedro Sánchez introdujo ayer en su discurso sobre inmigración desde Senegal la importancia del retorno de los inmigrantes irregulares, calificándolo como « imprescindible » y advirtiendo que la seguridad es una «prioridad máxima». El líder de los socialistas expuso también que el retorno de inmigrantes irregulares manda «un mensaje desincentivador, nítido, claro y contundente a las mafias y a quienes se ponen en sus manos ». Estas declaraciones han sido celebradas desde el Partido Popular, que festeja con cautela mientras exige una disculpa por parte del presidente . A sus socios de Gobierno este cambio de rumbo en política migratoria no ha sentado, y desde Podemos ya piden su rectificación, acusando a Sánchez de promover un «argumento racista ». La secretaría general del partido, Ione Belarra, no ha dudado en advertir al Ejecutivo mediante su cuenta de X (antes Twitter) que si se continua esta política «de la derecha» les tendrán « tan enfrente como ellos ». Además, ha incluido en su publicación que «las personas en situación administrativa irregular no están así porque quieren, sino porque no hay otra alternativa para migrar ». El exsecretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, ha sido más directo en su crítica a Sánchez, acusándole de que su discurso ha podido ser dicho «perfectamente, palabra por palabra por Feijóo o Abascal». Además, ha incluido el vídeo donde el presidente del Gobierno hace las declaraciones. Por último. la eurodiputada Irene Montero también se ha pronunciado en X acerca de esta cuestión. «Las devoluciones en caliente son racismo institucional » ha criticado la exministra de Igualdad, «nuestra obligación como país es garantizar a todas las personas sus derechos en fronter a». Por último, ha continuado con el discurso de Belarra, explicando que «si las personas llegan en situación administrativa irregular es porque no tienen vías legales y seguras para migrar ». El partido fundado por Pablo Iglesias pasó a formar parte del Grupo Mixto con cuatro diputados tras su 'divorcio' con Sumar. La gran igualdad que existe entre oposición y apoyos del gobierno durante esta legislatura en la Cámara Baja obliga a los socialistas a mantener a sus socios para evitar problemas durante los tres años que quedan hasta las próximas elecciones generales.
