Ha muerto a los 78 años Javier Gómez Navarro, figura clave en el deporte español en los noventa y exministro de Felipe González que asumió la dirección y la responsabilidad de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Además de ministro de Comercio y Turismo, el político madrileño fue presidente de las Cámaras de Comercio. En su trayectoria deportiva destacó su impulso para convertir a los clubes de fútbol en sociedades anónimas, como son en la actualidad. Javier Gómez Navarro, que nació el 13 de septiembre de 1945 en Madrid, fue nombrado por Felipe González secretario de Estado para el Deporte en 1987 y desde ese instante asumió la responsabilidad gubernamental de la organización de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. La cita olímpica en Barcelona fue un éxito para el deporte español, empañada recientemente por las insinuaciones del médico Eufemiano Fuentes siempre relacionado con el dopaje, a partir del programa ADO, según el cual las empresas patrocinadoras se asociaban a deportistas o federaciones para financiar su preparación olímpica de cuatro años. Barcelona 92 fue un antes y un después en el deporte español, que pasó de la oscuridad y la ausencia de buenos resultados en la mayoría de competiciones a la modernidad de un país que luchaba por éxitos. En ese periodo Gómez Navarro estableció un vínculo de afecto con el ciclismo, el deporte que más éxitos proporcionaba a España con los éxitos de Perico Delgado (Tour de 1988) y Miguel Induráin (los Tour de 1991, 1992, 1993, 1994 y 1995). Entre sus tareas como legado, Gómez Navarro acometió la reforma de la Ley del Deporte (de 1990), que fue la base y el referente del deporte español a partir de los noventa. Uno de sus mayores logros fue la conversión de los clubes de fútbol en sociedades anónimas. Hasta entonces eran sociedades deportivas cuya propiedad era de sus socios. Desde la promulgación de las leyes al respecto, las entidades futbolísticas pasaron a ser propiedad de sus inversores, con sus consejos de administración tal y como hoy los conocemos.