Se van a quedar con las ganas en el Metropolitano de ver un partido completo del Atleti, que en este inicio liguero está haciendo la de Jekyll y Hyde. Frente al Girona faltó juego y el acierto de cara a puerta le dio una plácida goleada. Anoche ante el Espanyol fue al revés. Hace bastante que no se recuerda un partido con tantísimas ocasiones para los del Cholo. Y no convirtieron ni una. Al menos, no que valieran.
No funcionó mal la dupla entre Sörloth y Julián Álvarez en lo que al juego se refiere. Simeone decidió dar descanso a Griezmann y la circulación de balón fue muy fluida todo el tiempo. Además, para terminar de asfixiar al Espanyol adelantaron las líneas y presionaron muy arriba, incomodando a los pericos en la salida de balón. Funcionó, al menos al principio, porque los pericos no fueron capaces de sacar un balón en condiciones en la primera media hora.
Y, sin embargo, pudieron irse arriba al descanso, de no ser porque Javi Puado se comió literalmente un envío de Tejero desde la derecha que pasó entre varios cientos de piernas sin que nadie, atacante ni defensor, acertase a tocarlo. Lo mandó arriba Puado, que le dio solo y era casi más difícil lo que hizo que mandarla a portería.
Por lo demás, el Atlético tenía tanta fluidez en la conducción del juego como espesura en ataque. Hubo un rato que las llegadas al área eran un dejá vu. Nahuel -entró en el once inicial por Llorente, que salió al descanso- para De Paul a la derecha, centro al área y Sörloth de cabeza. Cuatro iguales remató, todas a los guantes de Joan García. Y nada, con 13 ocasiones y cero goles se decretó el descanso del encuentro.
Más allá del cabreo monumental del ‘Cholo’ por la tardanza de los jugadores del Espanyol en salir del túnel de vestuarios para la reanudación, la película en la segunda parte fue la misma. Movió piezas Simeone, que dio entrada a Griezmann por Julián. También metió a Llorente y Barrios por Nahuel y Lino, buscando más profundidad. Y la encontró.
Precisamente de Barrios fue el envío desde la derecha que no llegó a blocar del todo Joan García, Koke aprovechó el bote y Riquelme la empujó en la línea entre varios defensas. Pero el VAR invalidó el gol por fuera de juego, ya que detrás del portero perico sólo estaba Calero. Bien anulado y vuelta a empezar.
Por cierto, otro que un poco más y aterriza con el avión directamente en el Metropolitano fue Cheddira, el último fichaje del Espanyol que tuvo media hora apenas un día después de hacerse oficial su cesión del Nápoles. En teoría, el italomarroquí debe solucionar, o al menos paliar, la alarmante falta de gol que padece el equipo. Tanto como para darle minutos pese a haber completado apenas un entrenamiento. Tuvo varias acciones buenas, mucha movilidad arriba y fue un incordio constante para el Atlético. Oblak se tuvo que emplear por bajo en un disparo que se fabricó él solo.
Tampoco Reinildo, que entró por Sörloth, le dio el empuje que necesitaba al equipo. Siguió intentándolo el Atlético, que llegó a mandar hasta 25 balones al área, pero esta vez no era el día. A medida que se aproximaba el final, el Espanyol se iba manejando mejor en el encuentro mientras los locales se iban desesperando cada vez un poco más.
Y a la desesperada le pegó Barrios desde fuera del área en el añadido, pero Joan García estaba en el sitio. Tampoco valió el segundo de Riquelme, que estaba claramente en fuera de juego. Así volaron dos puntos del Metropolitano, mientras el Espanyol sigue sin ver puerta en esta Liga. Pero al menos ya hay un contador, el de los puntos, que no está a cero.
