La Terminal de Autobuses de Pasajeros de Oriente (TAPO) es considerada una de las 4 terminales de autobuses más importantes de nuestro país y una de las 20 terminales más grandes del mundo. En ella fluyen más de 44 mil usuarios al día que viajan hacia alguno de los 250 destinos del Centro, Golfo Sur y Sureste del país.
En el marco conmemorativo de sus 45 años, Felipe Hernández, gerente general de la TAPO explicó que la estructura circular de la terminal diseñada hace más de cuatro décadas por el arquitecto mexicano Juan José Díaz Infante mantiene su funcionalidad, pero la han adecuado para modernizarla y mejorar su conectividad con el fin de agilizar el flujo de personas y autobuses que recibe diariamente.
“Su estructura circular con cúpula permite un flujo constante de 44 mil usuarios eque viajan hacia alguno de los 250 destinos del Centro, Golfo Sur y Sureste del país. Además, a ella llegan alrededor de 20 mil visitantes por diversos motivos, lo que genera un total de 23 millones de visitantes al año. Aunque hoy estamos a un 85 por ciento de nuestra capacidad respecto a las cifras del 2019″, agregó.
Entre las adecuaciones hechas en los últimos años para agilizar las casi mil operaciones de salida y más de mil llegadas que ahí se realizan, se encuentran: la renovación de espacios, señalética en dos idiomas, iluminación, puntos dedicados para taxis seguros, así como espacios para servicios para los viajeros.
Además, actualmente la TAPO tiene una de las redes de conectividad más completa, ya que cuenta con una salida y entrada exclusiva para los autobuses, a su alrededor se encuentran las Líneas 1 y B del STC Metro, las Líneas 4 y 5 de Metrobús, y recientemente el CETRAM San Lázaro, el cual fue renovado para facilitar la movilidad de los usuarios del transporte público y foráneo, e internamente una zona de abordaje para taxis seguros con servicio puerta a puerta, con el objetivo de brindar seguridad y comodidad a los clientes.
“La ventaja de su diseño único circular, es que perfectamente podemos operar los 72 andenes de salidas en el anillo interior y los 94 andenes de llegadas en el anillo exterior, además para mantener la seguridad de las instalaciones tenemos más de 120 cámaras, un centro de monitoreo, vigilancia civil y policía auxiliar”, indicó Felipe Hernández.
Por si fuera poco, a lo largo de estos años, la TAPO ha destacado no solo como un centro de movilidad y conexión, sino también como un espacio social y solidario, ya que la terminal se activa como centro de acopio cuando hay desastres naturales.
“Es un punto desde el cual impulsamos la reactivación económica de artesanos y grupos vulnerables sobre todo de la región oriente del país, brindamos servicios comunitarios, el trato digno a las personas y promovemos espacios seguros para las mujeres”, aseguró Andrés Pérez-Peña, gerente general de FUNDACIÓN ADO.
En materia de sustentabilidad, la TAPO ya se encuentra en camino a serlo, ya que cuenta con plantas potabilizadoras para aprovechar el agua de lluvia captada por sus techos, así como una planta de aguas residuales; además pronto estarán migrando a un plan de energía para implementar celdas fotovoltaicas para que el 60 por ciento de la energía que requiera la terminal provenga de esta fuente.