París. La justicia francesa debe decidir este miércoles si imputa y decreta prisión preventiva para el fundador de Telegram, el franco-ruso Pavel Durov, quien está a disposición judicial tras ser detenido el sábado, hecho que generó críticas a nivel mundial.
Durov fue trasladado en la tarde al Palacio de Justicia de París, tras varios días en custodia policial, para su posible imputación por la justicia francesa, según informó una fuente cercana al caso a esta agencia.
El multimillonario de 39 años fue detenido el sábado en el aeropuerto de Le Bourget, al norte de París, acusado de no actuar contra la difusión de contenidos delictivos en su servicio de mensajería cifrada.
La compañía, que cuenta con 900 millones de usuarios, afirmó que “cumple las leyes de la Unión Europea” y que “es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables de los abusos”.
Telegram se presenta como una alternativa a las plataformas de mensajería estadounidenses, criticadas por la explotación comercial de los datos personales de los usuarios, y defiende la confidencialidad.
Telegram enfrenta mayor escrutinio como ‘arma de guerra’ de Rusia
La mensajería cifrada juega un papel clave en la ofensiva rusa en Ucrania, iniciada en febrero de 2022, y es utilizada por políticos y observadores de ambos bandos.
Sin embargo, los críticos acusan a Telegram de albergar contenidos ilegales, desde imágenes sexuales extremas hasta desinformación y servicios para la compra de drogas.
La justicia francesa abrió una investigación el 8 de julio por complicidad en delitos organizados en la plataforma, como narcotráfico, pornografía infantil, fraude y blanqueo de capitales, entre otros.
El guardaespaldas y el asistente de Durov, que también fueron detenidos el sábado por la noche a su llegada a Francia, fueron liberados tras ser interrogados, según una fuente cercana al caso.
Ahora, la justicia debe decidir si deja a Durov en libertad sin cargos, como a sus empleados, o si lo imputa y decreta prisión preventiva o medidas de control judicial.
Durov, afincado en Dubái en los últimos años y con pasaporte francés, llegó a París procedente de Bakú y tenía previsto cenar en la capital francesa, según fuentes cercanas al caso.
El presidente ruso, Vladimir Putin, también estuvo en la capital de Azerbaiyán los días 18 y 19 de agosto, pero el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, negó que ambos se hubieran reunido.
Moscú declaró el martes que los cargos son “muy graves” y advirtió a Francia que no intente “intimidar” a Durov, a pesar de que el presidente francés, Emmanuel Macron, negó que su detención tuviera motivaciones “políticas”.
Detenido Pavel Durov, fundador de Telegram, en Francia
Durov, cuya fortuna la revista Forbes estima en $15.500 millones, recibió el apoyo del jefe de la red social X, Elon Musk, y del denunciante estadounidense residente en Rusia, Edward Snowden.
Según Telegram, su fundador también tiene la nacionalidad de Emiratos Árabes Unidos, donde se encuentra la sede de la compañía. Este país solicitó a Francia un acceso consular a Durov.
Esta figura enigmática, que rara vez habla en público, dejó Rusia hace 10 años y promociona con orgullo su estilo de vida, que incluye baños de hielo y la abstinencia de alcohol y café.
En los últimos días, surgieron numerosos interrogantes sobre el momento y las circunstancias de su detención, especialmente sobre por qué viajó a París si existía una orden de detención en su contra.
