Durante 2023, las exportaciones de carne de cerdo se redujeron 460%, según datos del Consejo Nacional de Producción (CNP), utilizados como referencia por la Cámara Costarricense de Porcicultores (Caporc). La caída se debe a varios factores, indica la gremial.
Las colocaciones de carne de cerdo pasaron de 253,92 toneladas en 2022 a 45,36 toneladas en 2023 (208,6 toneladas menos). Hasta julio de 2024, se habían registrado 12,38 toneladas, mientras que en el mismo periodo del año anterior sumaban 28,33.
De acuerdo con los datos del CNP, el volumen de exportaciones de carne porcina disminuyó en varios mercados. En el último año, no se registraron envíos a China, país que en 2020 marcó una tendencia al colocar más de 2.000 toneladas, la mayor cifra en la última década. Además, las exportaciones hacia Centroamérica cayeron considerablemente.
Caporc, constituida en 1990, agrupa a 50 granjas porcinas del país. La organización ve con optimismo el desempeño del sector en el mercado nacional durante 2024, a pesar de la reducción en las extracciones (matanzas), por considerarlo un asunto coyuntural. Sin embargo, la situación del comercio exterior enfrenta dificultades. Gabriela Brenes, directora ejecutiva de la gremial, explica las razones.
La merma en las exportaciones se debe a varias situaciones, entre ellas las barreras no arancelarias. Brenes también destaca que el sector porcicultor no es competitivo debido a los altos costos de producción en comparación con otros países. “China fue un excelente mercado para exportar, pero el precio que ahora establece este país no es competitivo y, al final, no se realiza la exportación”.
Entre los principales costos, Brenes cita la alimentación de los animales, que representa el 70% debido a la dependencia de materias primas importadas, como el maíz amarillo y soya, además de la electricidad y las cargas sociales.
La vocera citó que, en el caso centroamericano, “las puertas están abiertas” en algunos países, pero hay mercados a los que no han logrado acceder. Panamá mantiene restricciones desde 2020, y Nicaragua ha establecido barreras que impiden las exportaciones mediante la imposición de impuestos. “El asunto va más allá de los aranceles”, subrayó Brenes.
Según los datos del CNP, durante 2023, los mercados de la carne porcina fueron Nicaragua, Cuba (país que muestra el primer registro desde el año 2000), Guatemala y El Salvador. Sin embargo, en los tres países centroamericanos, las exportaciones reflejan una notable reducción.
Durante 2022, además de los envíos hacia el resto de Centroamérica, se concretaron exportaciones hacia China y Honduras.
Otro aspecto es el tiempo que conlleva abrir nuevos mercados. Brenes explica que para exportar, el sector cárnico en general requiere la certificación de las plantas de procesamiento por parte de los países compradores. A manera de ejemplo, citó a Corea del Sur, un destino con el que hay interés de abrir mercado.
“Los procesos de habilitación, que incluyen inspecciones en ambas vías, toman su tiempo, incluso varios años; con Corea se inició en 2019 y ha costado”. Brenes comenta que la búsqueda de nuevos mercados debería alcanzarse de manera articulada, razón por la que han buscado el respaldo de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), instancia que les expresó su anuencia para apoyar la búsqueda de destinos donde la carne de cerdo costarricense logre una demanda diferenciada, que es el objetivo de Caporc.
Brenes refiere que uno de los nichos a los que apuntan es la producción sostenible con el medio ambiente. “Esa diferenciación de nichos es la que está haciendo falta”.
República Dominicana es otro país con el que se establecieron contactos para exportar. Brenes señala que el asunto no avanza por temas de la administración pública en la nación caribeña. “Hay asuntos burocráticos que terminan repercutiendo en el tema comercial”, indica.
Al respecto, Manuel Tovar, jerarca del Ministerio de Comercio Exterior (Comex), apunta que el sector porcino cubre casi el 90% del consumo nacional de carne de cerdo, y ha sido capaz, en forma ocasional, de aprovechar nichos en el mercado internacional para colocar sus productos, en mercados tan lejanos como China o tan cercanos como algunos países de Centroamérica.
Tovar agrega que Procomer apoya al sector en la búsqueda de mercados y respalda a las empresas porcinas para colocar sus productos en el mercado internacional. Indica que la carne de cerdo está excluida de los compromisos de reducción de aranceles de importación en la mayoría de tratados de libre comercio vigentes, por sugerencia del sector.
Víctor Carvajal, jerarca del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), manifiesta que la entidad mantiene comunicación constante con los porcicultores. “Hasta este momento no tenemos información oficial sobre alguna restricción o limitante (sobre barreras no arancelarias y altos costos de producción)”. Añade que el productor puede exportar siempre y cuando cuente con la capacidad y el mercado cautivo.
A pesar del contexto de las exportaciones, Brenes calificó el primer semestre de 2024 como un periodo “estable” para el sector porcicultor, debido a que los precios en el mercado interno se han mantenido para enfrentar los costos de producción. Las proyecciones apuntan a que el consumo nacional siga aumentando.
Durante 2023, el consumo per cápita en Costa Rica se ubicó en 18,06 kilos, un crecimiento respecto a los 17,2 kilos registrados en 2022. Brenes explica que el mercado se autorregula, y en momentos en que se reduce la oferta nacional, se nota un incremento en las importaciones. Actualmente, el mercado se abastece con el 80% de la producción nacional y 20% con importaciones, indica la vocera.