El
FC Barcelona consiguió un trabajado triunfo contra el
Rayo Vallecano (1-2) para seguir en lo alto de la clasificación liguera, pero los azulgrana se volvieron a encontrar con una nueva actuación polémica del árbitro
César Soto Grado. El colegiado riojano no pitó como penalti un derribo de
Lejeune sobre
Dani Olmo nada más arrancar la segunda parte y después
anuló un gol de Lewandowski por un leve pisotón de
Koundé sobre
Pep Chavarría que había ocurrido en el inicio de una larga jugada de ataque del
Barça. Dos acciones polémicas que cayeron del bando local y perjudicaron a los culés.
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