Los Juegos Paralímpicos de París 2024, a inaugurarse este 28 de agosto, podrían significar la consagración para la parajudoca holguinera Sheyla Hernández, tras erigirse el pasado año campeona parapanamericana y conseguir este año oro y plata en los Grand Prix IBSA de Antalya, Türkiye, y Heidelberg, Alemania.
Bajo la atenta mirada de su entrenadora, la exjudoca Ibis Dueñas, Sheyla apenas toma descanso en largas jornadas de entrenamiento, con un objetivo fijo en su colimador: regresar de la capital francesa con una medalla, sin descartar el metal áureo por el que saldrá a combatir.
La mirilla por la que apunta al podio es diferente de la de cualquier atleta convencional: su afección visual se interpone a ello, pero no le impide pensar en grande: «ya he combatido con casi todas las rivales de la élite en mi división (+70 kg) y categoría J2 (la J1 es para ciegos totales), he ganado y he perdido, las conozco y eso me ayuda mucho en la estrategia que trazamos con mi entrenadora», asegura ella.
«En Antalya vencí a la kazaja (Zarina Rayfova), una judoca muy fuerte y superexperimentada. También derroté a la brasileña Rebeca Silva, ganadora de bronce allí y a quien he enfrentado varias veces. En los Juegos Parapanamericanos de Santiago 2023 la tuve a ella y a otra coterránea suya como principales rivales», comenta Sheyla.
«Igualmente, puede que en el organigrama me toque enfrentar a la representante de China (se refiere a Hongyu Wang, bronce en Antalya), la de Uzbekistán (Mokhinur Parmonova, bronce en Heidelberg) y una italiana (Carolina Costa, sexta en la ciudad alemana), son las que enfrenté en los Grand Prix de IBSA (Federación Internacional de Deportes para Ciegos, por sus siglas en inglés)», refiere.
En efecto, en dichos nombres se concentran las principales rivales, quizá debemos incluir a otra kazaja, Aidana Gazyzkyzy, triunfadora en Heidelberg, la francesa Prescillia Leze, la estadounidense Katie Davis y la australiana Taylor Gosens.
Algunas de ellas, casi seguramente, se cruzarán en el camino de Sheyla hacia las medallas, cuando suba a los tatamis de la Arena de los Campos de Marte, la misma instalación donde el luchador cubano Mijaín López regaló al mundo su hazaña de cinco títulos olímpicos consecutivos y legó a la posteridad sus invictas zapatillas de competencia.
Para la oriunda de Holguín será, además, la ocasión propicia para desquitarse del sinsabor vivido en 2021, cuando una lesión le impidió competir en la cita anterior bajo los cinco aros (Tokio 2020).
«Aquella lesión me afectó no solo en lo físico, sino también en mi estado anímico. Me operaron en marzo de 2022 y requerí siete meses de recuperación», recuerda.
«Volver a los tatamis y lograr éxitos dependía de mí, por ello me entregué con todo al entrenamiento, apoyada además por mi entrenadora, los restantes profesores del equipo nacional y mi novio Yordanis Fernández (también parajudoca, oro parapanamericano igual que ella, pero quien no podrá competir en París al no recibir el aval del comité técnico de la federación de la disciplina).
Su esfuerzo rindió frutos. En noviembre de ese propio año retornó a competencias, con sendas preseas de plata ganadas en el torneo continental de Edmonton y el Mundial de Bakú.
Luego en 2023 prosiguió su ascenso con metales bronceados en los Juegos Mundiales IBSA con sede en Birmingham, Reino Unido, y en el Grand Prix de Bakú; así como el ya referido oro parapanamericano en Santiago 2023.
«De cada torneo saqué experiencia, incluso revisé con mi entrenadora las fallas en el caso de combates perdidos, evaluamos mis errores, me siento fuerte y preparada, como igual deben estar las rivales, pero de París voy a regresar con medalla», reitera con enorme convicción.
Los predios de la Torre Eiffel volverán a sentir la algarabía de la delirante afición francesa que irá a disfrutar del parajudo del 5 al 7 de septiembre próximo. En Holguín y toda Cuba estaremos pendientes de la subida al tatami de Sheyla Hernández, esperanza paralímpica.
