Gran parte de los ahorros del público y el crédito están dolarizados. El mes pasado, el 37,5 % de los depósitos y el 32,9 % del crédito del sector privado en el sistema financiero estaban dolarizados. En otros momentos, estos porcentajes han estado cercanos al 50 %.
Hace 45 años, el mal manejo de la política monetaria del BCCR condujo a una alta inflación y a la pérdida de valor del colón. Esto marcó el inicio del uso del dólar en las transacciones internas y el tico también aprendió que utilizar dos opciones de moneda era mejor que manejar solo una, aunque actualmente el BCCR maneja mejor el control de la inflación.
Hay un riesgo de endeudarse en dólares si los ingresos están en colones. En los últimos meses, el saldo del crédito en dólares ha crecido más que el saldo de crédito en colones. El BCCR ha manifestado su preocupación por este hecho y ha señalado que las personas y empresas con ingresos en colones enfrentan un riesgo para poder pagar sus créditos ante un aumento del tipo de cambio si se endeudan en dólares.
El BCCR tiene razón de preocuparse por este tipo de riesgos y su impacto en el sistema financiero.
Entendido en qué tiene razón el BCCR, examinemos ahora en qué se equivoca.
Primero, el mismo BCCR con su política monetaria ha incentivado el incremento del crédito en dólares en los últimos meses. No voy a profundizar en este asunto porque ya lo hicieron en forma muy didáctica Daniel Ortiz y Luis Liberman en el artículo titulado “El BCCR está pagando sus errores” (23/8/2024).
Segundo, el BCCR nos cuenta una verdad a medias cuando expone solamente el riesgo del crédito en dólares a los no generadores en esta moneda. Este riesgo existe, pero también si las personas y empresas se endeudan en colones a tasas de interés variables corren un riesgo por las fluctuaciones de estas.
Por tanto, los demandantes de crédito deben escoger entre el riesgo de endeudarse en dólares y enfrentar la volatilidad del tipo de cambio y de las tasas de interés en dólares o hacerlo en colones y afrontar el riesgo de la volatilidad de las tasas de interés en colones.
El BCCR al mostrar preocupación exclusivamente por el riesgo del endeudamiento en dólares transmite implícitamente un mensaje equivocado, como si únicamente existiera el riesgo cuando el endeudamiento es en dólares y no cuando se realiza en colones a tasas de interés variables. Al final, lo importante es la volatilidad que tendrá la cuota de un crédito en ambos casos.
¿Cuál es el instrumento para resolver las preocupaciones del BCCR? La Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) obliga a las entidades financieras a realizar un ejercicio para simular cómo se comportan los deudores con el pago de sus deudas en un escenario adverso de bajo crecimiento económico, de aumento de tasas de interés y del tipo de cambio.
Este instrumento está en la caja de herramientas de la regulación prudencial y permite examinar si las entidades tienen la suficiencia patrimonial y las reservas adecuadas para créditos incobrables en una situación de crisis.
No debe confundirse la caja de herramientas de la política monetaria para controlar la inflación con la de la regulación prudencial para controlar los riesgos del sistema financiero. La segunda caja no debe usarse —como recomienda públicamente el presidente del BCCR— para disminuir el saldo de crédito global en dólares.
Los instrumentos de esta caja son para lograr una administración adecuada de los riesgos, entre ellos el riesgo de crédito de las carteras en colones y dólares. Hacer lo contrario va contra la ley y las sanas prácticas financieras.
Al final, no se necesita saber mucho de economía, porque con dos conceptos de sentido común se puede navegar correctamente. Primero, los problemas se resuelven atacando las causas, no los efectos. Segundo, no confundir las herramientas, pues el martillo se usa para meter clavos, no para colocar tornillos.
El autor es economista.