El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.
San Agustín nació el 13 de noviembre de 354 en Tagaste, en la actual Argelia. Fue educado en Cartago, donde estudió retórica y filosofía. A pesar de una juventud turbulenta, su madre, Santa Mónica, persistió en sus oraciones por su conversión. Agustín se convirtió al cristianismo en 387, tras una crisis espiritual y la influencia de San Ambrosio de Milán. Fue ordenado sacerdote en 391 y se convirtió en obispo de Hipona (actual Annaba, Argelia) en 395. Durante su pontificado, trabajó en la consolidación de la doctrina cristiana y en la lucha contra herejías como el maniqueísmo y el donatismo.
San Agustín enfrentó numerosas dificultades, incluyendo conflictos teológicos y la invasión de los vándalos en Hipona. Murió el 28 de agosto de 430, mientras su ciudad era sitiada por los vándalos. Aunque no fue exiliado en el sentido tradicional, vivió bajo la amenaza constante de invasiones y conflictos que afectaron su región.
San Agustín no fue canonizado en el sentido moderno, pero ha sido venerado como santo y Doctor de la Iglesia desde tiempos antiguos. Su festividad se celebra el 28 de agosto. Su pensamiento ha dejado una profunda huella en la teología cristiana y en la filosofía occidental, especialmente con sus obras Las Confesiones y La Ciudad de Dios. Su influencia se extiende a través de la historia del cristianismo, marcando un punto crucial en la teología sobre la gracia, la predestinación y la relación entre la Iglesia y el Estado.
