En América Latina, el control de recursos naturales se ha convertido en un objetivo primordial para varias potencias globales. Una de estas naciones está fortaleciendo su presencia en la extracción de oro y litio. Sin embargo, esta expansión ha generado conflictos. Diversas organizaciones y comunidades locales han señalado graves violaciones a los derechos laborales y daños ambientales. A medida que las operaciones se intensifican en Colombia y Argentina, crece la preocupación tanto por las consecuencias a largo plazo.
Las operaciones mineras, especialmente en regiones ricas en recursos como Antioquia en Colombia y Catamarca en Argentina, se han convertido en un foco de conflicto. Las promesas de desarrollo económico no siempre se han traducido en beneficios para las poblaciones locales, y las denuncias de explotación laboral y contaminación continúan acumulándose.
Zijin es una empresa minera estatal que ha generado serias preocupaciones en la región. En Colombia, la compañía ha centrado sus operaciones en Buriticá, Antioquia, donde explota uno de los yacimientos de oro más grandes de la región. Esta actividad minera ha provocado enfrentamientos con mineros locales y ha involucrado al Clan del Golfo, un grupo criminal que busca mantener el control en la zona. Las tensiones se han intensificado, y la intervención del gobierno ha sido solicitada para proteger las operaciones, generando un ambiente de incertidumbre.
En Argentina, la empresa ha puesto sus ojos en el litio, un recurso vital para la industria tecnológica global. En Tres Quebradas, Catamarca, la presencia de la minera ha desencadenado protestas de grupos ambientalistas y de derechos humanos. La contaminación del agua y las condiciones laborales deficientes son los principales motivos de denuncia. En noviembre de 2023, el gobierno catamarqueño clausuró temporalmente la planta por irregularidades en el manejo de residuos, lo que refleja la magnitud del problema.
Zijin ha acumulado un largo historial de controversias en sus operaciones globales. En 2010, un derrame de lodo tóxico en Shanghang, China, resultó en la muerte de 4 millones de peces, un desastre ambiental que puso en entredicho sus prácticas operativas. A lo largo de los años, la compañía ha sido señalada en varios países por su manejo negligente del medio ambiente y por no cumplir con estándares laborales adecuados. En Serbia, la explotación de cobre ha convertido a Bor en una de las ciudades más contaminadas del país, y las denuncias de explotación laboral han sido constantes.
El impacto de esta empresa china en América Latina sigue la misma línea. Las denuncias han creado un ambiente de conflicto permanente con comunidades que continúan exigiendo medidas más estrictas para proteger el medio ambiente y los derechos de los trabajadores.
Zijin es parte de una estrategia del gobierno chino para asegurar recursos naturales en todo el mundo. La empresa ha establecido operaciones en 15 países, enfocándose en regiones ricas en minerales y con legislaciones permisivas. América Latina, con su abundancia de recursos, se ha convertido en un objetivo clave. La empresa aprovecha su capacidad de operar en ambientes de alto riesgo y su respaldo estatal para expandirse agresivamente.
La expansión no solo se limita a la extracción de recursos, sino también a la influencia que ejerce en los gobiernos donde opera. A través de inversiones y promesas de desarrollo, la empresa busca consolidar su presencia, aunque a menudo a expensas de las regulaciones.
Como empresa estatal, sigue al pie de la letra las directrices del Partido Comunista Chino (PCC). Todas las decisiones estratégicas y operativas están alineadas con los intereses del gobierno de Beijing. El PCC mantiene un control estricto sobre las operaciones de Zijin, asegurándose de que sus objetivos de expansión global se cumplan de manera efectiva. Esta relación simbiótica permite a la empresa operar con muchos de los países donde tiene presencia.
Chen Jinghe, el presidente de la compañía, consideró trasladar la sede a otra provincia, la autoridad local del partido lo amenazó diciendo: “Si quiere mudarse, tendrá que llevarse también la montaña Zijin a Xiamen”. Esta referencia era a la mina local que convirtió a la empresa en la principal productora de oro y la segunda de cobre en el país. Ante esto, Chen decidió no arriesgarse y mantuvo tanto la empresa como la montaña en Shanghang, la sede original.