El ‘pleito’ entre el presidente Andrés Manuel López Obrador, las embajadas de Estados Unidos y Canadá ha subido de tono en los últimos días, al grado de que AMLO declaró que hay una ‘pausa’ con las oficinas de dichos países.
En su conferencia ‘mañanera’ de este martes 27 de agosto, López Obrador admitió que se pausó la relación bilateral con la embajada de Estados Unidos tras sus comentarios sobre la reforma al Poder Judicial en México.
La embajada estadounidense respondió horas después y reiteró su preocupación debido a que la reforma Judicial no aborda los verdaderos problemas.
“Como lo expresó el Embajador Salazar, Estados Unidos apoya el concepto de reforma judicial en México, pero nos preocupa mucho que la elección popular de jueces no aborde la corrupción judicial ni fortalezca el poder judicial del Gobierno de México”, dijo en una carta enviada este martes a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
El documento añade que Estados Unidos tiene como objetivo identificar los acontecimientos que limitarían la capacidad para alcanzar objetivos entre ambos países.
El conflicto comenzó debido a que el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, expresó sus preocupaciones en torno a la reforma al Poder Judicial propuesta por López Obrador y advirtió que pone en riesgo la relación económica.
El diplomático destacó que el punto más ‘preocupante’ de la reforma Judicial es precisamente en el que AMLO no quiere ceder y se trata de la elección de jueces y magistrados por voto popular.
“Si se llegaran a aprobar las elecciones de jueces en el 2025 y en el 2027, amenazan la histórica relación comercial que hemos construido, la cual esa relación depende de la confianza, de las inversiones que se tienen que hacer aquí en México para lograr la prosperidad del pueblo de México”, advirtió Ken Salazar.
El embajador admitió que el comentario se realizó con “absoluto respeto a la soberanía de México”, pero también destacó que habría afectaciones en la relación entre ambos países.
Ken Salazar expuso su postura a favor de una reforma al Poder Judicial; sin embargo, hizo un llamado a tener cuidado con dichos cambios.
“Comprendemos la importancia de la lucha de México contra la corrupción judicial. Sin embargo, la elección directa y política de jueces, en mi punto de vista, no resolverá dicha corrupción judicial ni tampoco fortalecerá al Poder Judicial. También debilitaría los esfuerzos para hacer realidad la integración económica de América del Norte y crearía turbulencia”, añadió.
Momentos después, Graeme Clark, embajador de Canadá en México, advirtió que los inversionistas canadienses están en incertidumbre total ante la reforma al Poder Judicial.
“Vamos a tener unos cambios constitucionales, como embajador, es difícil para mí hablar públicamente sobre estos temas, pero lo que sí puedo decir es que mis inversionistas sí están preocupados, ellos quieren estabilidad, quieren un Sistema Judicial que funcione si hay problemas”, advirtió Graeme Clark.
La respuesta del presidente llegó al día siguiente a través de su conferencia ‘mañanera’ en la cual calificó como “imprudentes” las declaraciones del diplomático. “¿Quiénes son ellos? Con todo respeto. No sé si se dan cuenta cómo se armoniza Estados Unidos y Canadá, que es lamentable”, expresó.
Ese mismo día, Ken Salazar hizo un nuevo pronunciamiento a través de redes sociales en el que solicitó un diálogo con el gobierno de México, específicamente sobre la elección de jueces y magistrados en torno a la reforma Judicial.
‘’Como socios, buscamos un diálogo honesto y abierto para seguir con el gran progreso democrático y económico que hemos alcanzado’', escribió el embajador.
Sin embargo, en su conferencia matutina del lunes, López Obrador rechazó el diálogo propuesto por el diplomático al argumentar que es un asunto solo de los mexicanos.
“No es posible que un embajador extranjero opine lo que está bien o mal en nuestro país. Esa no es su función”, añadió el presidente.
