Aerolíneas Argentinas suspendió los vuelos del denominado "Corredor del Atlántico" que contaba con dos frecuencias semanales desde el Aeroparque Metropolitana Jorge Newbery en la ciudad de Buenos Aires con cinco destinos bonaerenses y patagónicos, a partir de una baja demanda que no permitía cubrir sus costos operativos.
Como parte de las medidas que la compañía viene realizando desde diciembre en procura de mejorar su eficiencia operativa y reducir su déficit, Aerolíneas decidió suspender estos vuelos sin perjuicio de que los destinos mantendrán otras rutas de conexión.
Es decir, que las rutas troncales que hoy tienen esos cinco destinos del sur del país se mantienen sin cambios, y sólo se levantan los intertramos.
La actual gestión de la empresa asegura haber recibido Aerolíneas Argentinas con un déficit de casi u$s 400 millones de 2023, por lo que el plan de trabajo para el presente año es reducir en un 50% ese rojo que se cubre con aportes del Estado nacional.
El Corredor del Atlántico que vinculaba dos veces a la semana el Aeroparque porteño con las ciudades de Comodoro Rivadavia, Mar del Plata, Bahía Blanca, Trelew y Río Gallego.
Voceros de la compañía explicaron que esa ruta tenía un promedio de ocupación por debajo del 65% en sus mejores momentos, cuando apenas podía cubrir sus costos operativos.
Como ejemplo citaron que el tramo Comodoro Rivadavia - Río Gallegos tuvo una ocupación promedio durante 2023 y 2024 del 57%. "Esto habla de la inviabilidad de algunas rutas que simplemente carecen de demanda, a pesar de haber sido sostenidas durante varios años", explicaron en Aerolíneas.
En comparación, el resto de las redes de la compañía tiene una ocupación promedio que se sostiene en torno al 85%.
Además de que este corredor tenía solamente dos frecuencias semanales, se aseguró que "estas modificaciones no alterarán la conectividad de estas ciudades con otros destinos".
Hace dos años, en agosto de 2022, el entonces director de la compañía Ariel Ciano, detalló que las escalas y conexiones buscaban "unir los extremos del litoral marítimo nacional, sumar conectividad a cada destino y potenciar una mirada federal para el transporte de pasajeros y de cargas".
En el mismo sentido, se aseguró que "los recursos que se recuperen de esa operación ineficiente serán puestos a trabajar en rutas con mayor demanda y que impliquen un mayor beneficio para la compañía".
"Aerolíneas Argentinas está atenta a las oportunidades de negocio que le permitan mejorar su resultado económico, sin descuidar la conectividad estratégica que nuestro país requiere", explicaron las fuentes.
En casos de bajas de rutas similares, la compañía puso a disposición un esquema de riesgo compartido para que aquellas localidades que quisieran sostener o aumentar frecuencias a un destino en particular.
En estos casos, los destinos podrían aportar un piso de ocupación y así asegurar tanto la conectividad como la rentabilidad de esas rutas, como ocurrió en el caso de Río Cuarto.