“Tienes suerte de que no esté en el Barça, así no me tienes que ver todo el año”. Con estas palabras se despidió
Justin Anderson de
Facundo Campazzo -que no había parado de quejarse de él a los árbitros- tras las semifinales de la última
Copa del Rey, en las que el alero estadounidense, entonces en el
Valencia Basket, sacó de quicio al base del
Real Madrid durante el último cuarto con su defensa y su
‘trash talking’. Poco importaba que el partido estuviera ya decidido (95-76 al final para los blancos), Anderson nunca negocia su intensidad. Además, pudo desquitarse unas semanas después en el encuentro de Liga Endesa disputado en la Fonteta, que acabó con un triunfo del Valencia (99-93) que apartó al Madrid de la primera posición final en la fase regular en beneficio del Unicaja. Anderson firmó 22 puntos (4/5 triples) y volvió a ser un grano en el culo de Campazzo, al que defendió casi en todo momento.
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