Tesla, la marca que ha dominado el mercado de vehículos eléctricos europeo con sus Model 3 y Model Y, ha cedido su primera posición a BMW en el mercado de julio. El fabricante alemán matriculó 14.869 coches cero emisiones el pasado mes, mientras que su rival norteamericano quedó con 308 unidades por detrás. Según los analistas de Jato Dynamics, las ventas de este tipo de propulsores han caído un 6% interanual, algo que achacan a la falta de incentivos por parte del Gobierno, así como las reticencias de los compradores ante precios que aún son demasiado altos en comparación con sus homólogos térmicos. El modelo más vendido en Europa fue, todavía, el Model Y, al que siguieron el Volvo EX30 y el Volkswagen ID.4, con 6.573 y 5.295 ventas, respectivamente. El mercado total creció un 2% en comparación con el mismo mes de 2023 hasta alcanzar los 1,03 millones de unidades y el 54% de ellos fueron SUV. Este tipo de siluetas ya está disponible bajo cualquier marca y en cualquier segmento de precios, algo que favorece su adopción. En las ventas generales, el Dacia Sandero sigue reinando desde su posición hegemónica y en julio alcanzó 22.398 matriculaciones, seguido por el Volkswagen T-Roc (19.254) y el Toyota Yaris Cross (17.314). Los vehículos eléctricos son un elemento clave en la estrategia de las marcas para evitar las multas millonarias a las que se enfrentan en 2025 si no cumplen los umbrales de emisiones fijados por Bruselas. Estos varían para cada fabricante, pero la media está en 93,6 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. El problema es que los únicos que de momento se acercan a cumplir esos límites son aquellos grupos cuya oferta es principalmente eléctrica, como Tesla o Geely, matriz de Volvo, Polestar o Smart. Toyota, que tiene una oferta principalmente de híbridos, es la marca tradicional que más cerca está del umbral, pero Ford y Volkswagen están en una posición que suscita dudas sobre su capacidad de alcanzarlo, pues ambos presentaron más de 120 gramos al cierre de junio.