La rutina diaria muchas veces nos hace olvidar lo importante que es consentirnos y disfrutar del cuidado personal, por eso nos dimos a la tarea de buscar un lugar para chinearnos en nuestro tiempo libre y así llegamos a Salón 58, que además tiene una historia de superación de la mano de su fundadora, una chica trans que dejó su país natal, Venezuela.
Natalia Peña Díaz es la persona que le dio vida a este negocio, del cual es propietaria y que actualmente ha ido sumando opciones para que las personas puedan encontrar todo en un mismo lugar.
“Soy una chica trans, médico cirujano y venezolana, tengo acá en el país 10 años. Estoy convalidada con la UCR y me gradué de médico en Venezuela. Estoy colegiada desde el 2016 aquí en Costa Rica”, contó.
El proyecto comenzó hace cinco años y en octubre celebrará su sexto aniversario. Peña, especialista en temas capilares, empezó abordando problemas como la alopecia, la caída del cabello y la calvicie. Su enfoque inicial fue mejorar la salud del cabello y posteriormente se sumaron nuevas experiencias.
El equipo cuenta con profesionales altamente capacitados: Camila Sandí se especializa en uñas, cabello, masajes y estética. Además, Isamar Abreu aporta su talento en uñas, estética y masajes, y Natalia se enfoca en la parte médica, ofreciendo su experiencia y conocimiento en ese ámbito.
“Aquí tenemos muchas opciones. Trabajamos cabello, uñas, hacemos diagnósticos capilares y más. Tenemos un pequeño consultorio donde hago rellenos, bótox, ácido hialurónico, hilos tensores y procedimientos mínimamente invasivos”, agregó Peña.
El salón también cuenta con un spa donde se hacen masajes, tratamientos reductivos y diversos procedimientos de relajación y rejuvenecimiento para brindar una experiencia excepcional. En mi caso consulté por algún proceso para tratar el acné y Natalia me habló sobre el CO2 fraccionado, el cual yo nunca me había realizado y me pareció buena idea.
“Es como una quemadura superficial de la piel y lo que buscamos es la estimulación de colágeno para que se rejuvenezca y sirve para cerrar los poros, tratar las cicatrices de acné, minimizar las líneas de expresión y arrugas, además regula un poco el PH de la piel y controla un poco la grasa.
“También se puede hacer a nivel corporal, se pueden tratar estrías, la flacidez dérmica del abdomen, sobre todo en las mujeres que quedan embarazadas y tienen esa flacidez propia de esa etapa de la vida. Los resultados se notan desde la primera sesión, dependiendo de la persona, porque cada caso es diferente, es un proceso personalizado”, detalló Natalia.
Opté por un tratamiento facial para experimentar de primera mano y poder compartir mi experiencia con ustedes. Primero, me realizaron una limpieza para eliminar las impurezas y preparar la piel para la renovación. Luego, se aplicó el láser CO2 fraccionado, que trata arrugas, cicatrices y manchas, es como si le dieran una piel nueva.
Durante el proceso, se siente una ligera sensación de pellizcos, pero no es doloroso ni ardiente.
Después del tratamiento, la piel puede enrojecerse un poco. Al final, le brindan unas instrucciones, como por ejemplo evitar la exposición al sol durante los primeros cinco días, aplicar bloqueador solar con factor superior a 50 dos veces al día, usar un hidratante, no ir a piscinas, ni saunas, entre otras recomendaciones.
Actualmente ya pasaron unos días y estoy disfrutando de los resultados, mi piel luce muy suave y con un brillo natural increíble.
Si usted desea realizarse una sesión de rejuvenecimiento facial con láser CO2 fraccionado, le cuento con Yuplón hay una opción para una persona por 20.000 colones que le incluye una limpieza facial y la aplicación del láser para atacar las arrugas, cicatrices y manchas.
Esta opción aplica hasta el 12 de noviembre de este 2024 y puede encontrar más información en este enlace: Yuplón o bien comunicarse al 4035-6891. Salón 58 se ubica en el Centro Comercial Altamira, sobre la carretera vieja a Tres Ríos, Cartago.
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