Detectar la fiebre en los perros y gatos es un aspecto esencial para cuidar su salud, ya que puede ser un indicador de infecciones, inflamaciones o enfermedades graves. Sin embargo, a diferencia de los humanos, los animales no pueden expresar verbalmente su malestar, lo que hace que los dueños deban estar atentos a ciertos síntomas para identificar si su mascota está febril.
Rubén Duque Moreno, un experto en salud canina, ha destacado para Onda Cero, cuatro señales fundamentales, para identificar la fiebre en los perros, que son fáciles de observar y pueden ayudar a los dueños a actuar rápidamente para proteger el bienestar de su mascota.
Una de las primeras señales que puede indicar fiebre en un perro o gato es el letargo o la falta de energía. Si tu perro, que normalmente es activo y juguetón, de repente se muestra apático, duerme más de lo habitual y parece no tener interés en sus actividades diarias, esto podría ser un indicio de que algo no anda bien. El letargo es común en los perros cuando su cuerpo está luchando contra una infección o enfermedad, ya que la fiebre puede drenar su energía.
Otra señal clave es la pérdida de apetito. Las mascotas con fiebre a menudo pierden el interés por la comida, incluso por sus golosinas favoritas. Esto se debe a que la fiebre puede afectar su sentido del gusto y olfato, haciendo que la comida les resulte menos atractiva. Además, el malestar general asociado con la fiebre puede hacer que el perro no sienta ganas de comer.
La temperatura corporal elevada en los perros y gatos se puede manifestar externamente en ciertas áreas del cuerpo, como la nariz y las orejas. Normalmente, la nariz de un perro o gato está fría y húmeda, pero cuando tiene fiebre, puede volverse caliente y seca. Las orejas también pueden sentirse más calientes de lo normal al tocarlas. Esta señal es particularmente útil, ya que es fácilmente detectable al acariciar a tu mascota.
Los temblores o escalofríos, similares a los que experimentamos los humanos cuando tenemos fiebre, también son comunes en los perros. Estos temblores son una respuesta del cuerpo a la temperatura elevada y pueden ser un signo claro de que el perro no se siente bien. Es importante notar que los escalofríos en los perros pueden confundirse con temblores por frío, por lo que es fundamental evaluar la situación en conjunto con otros síntomas.
La temperatura normal de una mascota oscila entre 38 y 39 grados Celsius, y cualquier valor superior a esto puede considerarse fiebre
Si se detectan uno o varios de estos síntomas en un perro o gato, es recomendable realizar una medición de la temperatura y, en caso de confirmar la fiebre, llevarlo al veterinario de inmediato. Esto es especialmente importante si la fiebre es alta o si se presentan otros síntomas graves, como vómitos, diarrea, o dificultad para respirar, ya que podrían estar relacionados con una condición de salud más grave que requiere atención médica urgente.