Cada día somos más conscientes de lo que incorporamos a nuestras dietas y del impacto que los alimentos pueden tener sobre nuestra salud. Hay numerosos ingredientes de origen natural que podemos consumir para mejorar el estado de nuestra piel y cuidar nuestro sistema, sin necesidad de recurrir a algunos medicamentos que pueden ser costosos y de difícil acceso.
Ningún tratamiento casero puede reemplazar la atención médica, pero para aquellos que no lo requieran, estos alimentos pueden ser nuestros aliados. Disciplinas como la medicina tradicional coreana o la medicina ayurveda utilizan este alimento debido a su estimulación del colágeno y para ayudar a regular la glucosa en sangre.
El consumo de este alimento puede estimular la producción de colágeno.
Cuando se trata de cuidar el órgano más grande de nuestro cuerpo, la piel, es fundamental saber cuál es el rol que cumple el colágeno y por qué es tan importante preservarlo y estimular su producción.
El colágeno es una proteína animal que está presente en nuestro organismo y su función es mantener unidas nuestras células. Es la proteína más abundante en el cuerpo humano: representa el 25% del total. La crean unas células llamadas fibroblastos que existen en los tejidos conectivos, incluyendo la piel, los tendones, los ligamentos y el cartílago.
Desempeña un papel fundamental en la estructura, elasticidad y firmeza de nuestra piel. No solo permite que se estire y recupere de manera natural, sino que también cumple un rol fundamental en sus niveles de hidratación, su capacidad de cicatrización y la protección contra los daños posibles del ambiente,
La cantidad de colágeno presente en nuestro organismo disminuye con la edad y consigo trae consecuencias como las arrugas y líneas de expresión, la flacidez y la sequedad de la piel.
Las preocupaciones por su aspecto pueden ser principalmente una cuestión estética, sin embargo, muchos de los tratamientos para reducir los efectos del envejecimiento son también cruciales para su protección y cuidado.
Es por esto que el consumo de alimentos que estimulen la producción de colágeno, el uso de protector solar y la constante hidratación pueden no solamente hacer que nos veamos más jóvenes, sino también aumentar nuestro bienestar y nuestra calidad de vida.
Consumir este ingrediente de la medicina coreana puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre.
Siempre que se trate de un caso de diabetes tipo 1 o tipo 2, enfermedad de Cushing, hipertiroidismo u otras condiciones que requieran regular los niveles de glucemia presentes en el cuerpo, es fundamental que se busque un tratamiento médico y se realice un seguimiento con un profesional.
Existen ingredientes naturales que pueden incorporarse a nuestras dietas y así utilizarse para complementar estas terapias como, por ejemplo:
El Ginseng es una planta proveniente de Asia y América del Norte, cuyas raíces se utilizan en varias prácticas medicinales alternativas para tratar una variedad de problemas y síntomas. Se consume en tés, sopas y suplementos dietarios.
La variedad coreana de esta hierba, panax ginseng, contiene elementos antioxidantes que protegen a las células de colágeno de los efectos de los radicales libres (moléculas inestables que las descomponen fomentando el envejecimiento de la piel).
Además, algunos estudios sugieren que el ginseng podría aumentar la sensibilidad de las células a la insulina y fomentar la función pancreática. Es por esto que se recomienda consultar con un profesional para aquellas personas que tengan problemas en esta área.
El ginseng tiene múltiples beneficios para la salud de la piel.
Además de sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y su capacidad de mejorar la circulación, otros beneficios del ginseng que han sido estudiados científicamente son:
El ginseng puede consumirse a través de extractos líquidos en jugos, licuados o incluso en agua. También en suplementos en forma de cápsulas y tabletas que se consiguen en las farmacias.
Hay quienes consumen la raíz seca, masticándola o rallándola en tés u otras infusiones. Además, puede conseguirse en polvo y espolvorearlo sobre yogures, cereales u otras preparaciones de pastelería. Es importante considerar que su sabor suele ser amargo.
