La onda expansiva del Big Bang de bandas de garaje de los años sesenta aún se sentía cuando Jac Holzman, el fundador de Elektra Records , decidió encapsularla en una recopilación que cambiaría la historia del rock'n'roll. y que rompería definitivamente con la paradoja del nombre de su sello, que sólo se había dedicado a la música folk acústica hasta unos pocos años antes cuando fichó a su primer grupo eléctrico, The Doors. Corría el año 1972 y Holzman ya estaba más que convencido de que lo que acababa de pasar había sido tan brutal que merecía ser documentado en audio. Más allá de los propios Doors, de los Beach Boys, de Jimi Hendrix , Jefferson Airplane o Grateful Dead, había un océano inexplorado de bandas rompedoras y fascinantes que no llegaron a triunfar probablemente porque no había sitio para todos, así que él les quiso dar una segunda oportunidad creando una recopilación que las sacara del ostracismo y el olvido inscribiendo sus mejores canciones en la historiografía del rock con un álbum que las reuniera a todas dándoles contexto y un nuevo horizonte de público. Para acometer la titánica tarea de rastrear las joyas más relucientes del underground sesentero, Holzman reclutó como colaborador externo a Lenny Kaye, un joven que por entonces se pluriempleaba como periodista musical y dependiente en una tienda de discos y que recibió el encargo con una sonrisa de oreja a oreja. Pasando horas, días, semanas, meses escuchando todas las grabaciones disponibles de la época en tiendas de discos y emisoras de radio, Kaye dio con la forma de sintetizarlo todo de forma verosímil y digna en un disco que pronto adquiriría la condición de legendario con el título de 'Nuggets. Original artyfacts from the first psychedelic era 1965-68'. «Hace medio siglo que coloqué las fichas en el suelo de mi apartamento de Nueva York, cada una de ellas como un tarot con el nombre de una canción diferente elegida para su inclusión en la compilación, y vislumbré cómo podrían encajar juntas», cuenta ahora el marido y guitarrista de Patti Smith. «Esta es la historia de un periodo de transición en el rock and roll estadounidense, de una era cambiante que pasó tan deprisa que nadie supo qué hacer con ella mientras existió, sólo perceptible en retrospectiva por la amplia serie de innovaciones que acabaría generando, tanto en la forma de escuchar la música como en la forma de construirla. Cuando empezó, la fuerza centrífuga era la radio AM; singles de menos de tres minutos, envoltorios imaginativos o predecibles (dependiendo de quién, qué y dónde), todo cuidadosamente mantenido dentro de los confines fácilmente aceptados del negocio de la música. La mayoría de estos grupos (y, en general, se trataba de una época dominada por los grupos) eran jóvenes, decididamente poco profesionales, que parecían más a gusto ensayando para un baile de adolescentes que saliendo de gira nacional. Unos cuatro años más tarde, el rock progresivo orientado a la FM se convertiría en la vanguardia del pop, abriendo nuevas perspectivas en cuanto a contenido estilístico, letras e incluso estilo de vida», describe Kaye, que supo desde el principio que había abierto un nuevo territorio de exploración arqueológica y poco después acometió la tarea de hacer lo mismo con bandas olvidadas de la escena británica en 'Nuggets II (Original Artyfacts From The British Empire And Beyond 1964-1969)'. La obra de Kaye se convirtió en la piedra rosetta de las recopilaciones de rock'n'roll de los sesenta, allanando el camino a infinidad de futuras colecciones como los 'Pebbles', 'Back from the grave', 'Teenage Shutdown', 'A Fistful of Fuzz', '30 Seconds before the Calico Wall', 'Acid and Flowers', 'Simla Beat', 'Sixties Rebellion', 'I Wanna Come Back from the World of LSD', 'Cicadelic 60's' o 'A heavy dose of late pysch'; y por supuesto exportando la idea no sólo a lugares esperables como Europa o Latinoamérica, sino también a Asia y África, donde se editaron los superlativos 'Cambodian Rocks', 'Can't you hear me?' o 'Cazumbi'. 'Nuggets: Original Artyfacts from the First Psychedelic Era' ha vuelto a reeditarse este verano de la mano del sello Rhino, en dos volúmenes dobles coloreados con todos los temas remasterizados y con nuevas notas de Lenny Kaye describiendo cada grupo así como una nueva introducción de Jac Holzman. Y aunque llega un par de años tarde a la efémeride de su lanzamiento original, ya nunca será tarde para descubrirlo y sumergirse en los grandes clásicos de más de medio centenar de bandas rompedoras como The Lollipop Shoppe, The Litter, The Balloon Farm, The Standells, The Blues Magoos, Count Five, The Chocolate Watchband, Beau Brummels, The Seeds o The Five Americans. Nombres que, sin esta recopilación, no habrían podido influir en las nuevas generaciones de rocanroleros y a las que, por supuesto, casi nadie recordaría hoy.