En algún momento, todos los conductores se han encontrado con un control policial en la carretera. Estos controles son una herramienta importante para garantizar la seguridad vial y combatir la delincuencia. Además, con el fin del verano y el regreso a la rutina, los controles se intensifican con el fin de proteger a la población durante estos desplazamientos masivos.
No obstante, en ciertos casos, estos controles también pueden ser un estrés para los conductores, especialmente si no están seguros de cómo manejar la interacción con la policía o son conscientes de que no han acatado las normas de tránsito por cualquier motivo. Un aspecto clave que pocos conocen es que hay una pregunta específica que los agentes pueden hacer y que es mejor no responder directamente.
"¿Sabe por qué le hemos parado?", es una de las preguntas más frecuentes y a su vez trampa que hacen los agentes. Cuando te detienen y lanzan la pregunta están utilizando una técnica común para que reveles información que podría ser utilizada en tu contra. Si respondes con una admisión de culpa, como "Sí, iba un poco rápido", has proporcionado a los agentes una confesión voluntaria que puede ser utilizada para justificar una multa o una infracción más grave.
Responder afirmativamente a esta pregunta, incluso si crees que has cometido una infracción menor, como no haber puesto el intermitente o haber superado ligeramente el límite de velocidad, es equivalente a incriminarte. Los agentes no necesitan más pruebas para multarte si has admitido voluntariamente la infracción.
Lo más prudente, según los expertos en derecho, es evitar responder directamente a esta pregunta. Una respuesta neutral como "No estoy seguro, ¿puede explicármelo?" o "Prefiero que me lo explique usted" es suficiente para no incriminarte y permitir que el agente describa la supuesta infracción sin que tú hayas confesado nada.
En un control policial se debe mantener la calma y ser respetuoso. Si bien es normal sentirse nervioso, también es importante respirar y evitar a toda costa alzar la voz, habla con respeto y cumple con las solicitudes de los agentes. Recuerda proporcionar la documentación requerida (permiso de conducir, el seguro del vehículo y la documentación del coche).
Asimismo, es indispensable conocer tus derechos en un control policial. Por ejemplo, en muchas jurisdicciones, no estás obligado a declarar en tu contra ni a dar explicaciones detalladas sobre tus acciones. Puedes ejercer el derecho a no incriminarte sin faltar al respeto. De esta manera, puedes hacer preguntas claras y directas. Si no entiendes por qué te han detenido, pregunta educadamente por qué te pararon. Esto te permite conocer la razón sin asumir ninguna culpa.