La Policía Nacional desalojó el pasado viernes por orden judicial una vivienda okupada durante varios meses en Valencia . Sus cuatro moradores, hombres de origen marroquí de entre 24 y 46 años, fueron identificados debido a su «peligrosidad» y a la «gran alarma social» que estaban causando entre los vecinos del barrio de Campanar, según fuentes policiales. Tras comprobar la procedencia ilícita de los objetos que portaban, los agentes les intervinieron dos teléfonos móviles, unas gafas de sol y un altavoz . La investigación está relacionada con el incendio intencionado de otra casa en el mismo barrio el pasado 14 de julio, que obligó a actuar a varias dotaciones de bomberos y por el que se detuvo quince días después a un joven de 30 años con antecedentes , como presunto autor de un delito de daños. Al parecer, el arrestado había estado viviendo en ese inmueble de manera ilegal y le prendió fuego al abandonarlo tras amenazar a algunos vecinos -también okupas- con hacer lo mismo con su vivienda. Esta situación motivó la intervención en otro domicilio okupado de la calle Mosén Rausell, cuyos moradores habían sido detenidos en ocasiones anteriores por delitos contra el patrimonio y contra las personas . Allí se personaron el viernes pasado indicativos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y el Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de Trànsits. Los agentes localizaron en su interior a los cuatro okupas, que recogieron sus enseres y abandonaron el inmueble «de manera controlada y sin incidentes».