El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas recibe a miles de visitantes diarios. Maletas, mochilas y bolsos son escaneados todos los días por la seguridad del centro aéreo. Además, agentes de la Policía Nacional controlan las llegadas y salidas con controles rutinarios a los viajeros . Fue de esta manera como efectivos nacionales detuvieron a cinco personas por ocultar más de tres kilogramos de cocaína en las suelas de sus zapatillas. Los hechos ocurrieron a mediados del mes de agosto, cuando los policías realizaron un registro rutinario a varias personas procedentes de un vuelo con origen en Sudamérica. En la examinación, se dieron cuenta que sus zapatillas tenían un peso más elevado de lo normal. Así, se examinaron de manera más exhaustiva las mismas para conocer el motivo. Así, descubrieron que debajo de las suelas existían unas falsas plantillas hechas a partir de cocaína. Por todo ello, los policías incautaron diez falsas suelas sumando un total de más de tres kilogramos de cocaína, procediendo a la detención de cinco personas –tres mujeres y dos hombres- como presuntos responsables de un delito contra la salud pública. No se trata de la primera detención por droga en el aeropuerto madrileño en el mes de agosto. El 5 de agosto se detuvo una mujer como presunta responsable de un delito contra la salud pública en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Los agentes pudieron comprobar cómo una mujer intentaba introducir dos envoltorios con sustancia estupefaciente, adosados en modo plancha en ambos glúteos. Tras realizarle el correspondiente narcotest, confirmaron que se trataba de cocaína y que arrojaba un peso aproximado de casi cuatro kilos. Hace apenas dos meses, agentes de la Guardia Civil desarticularon un grupo criminal que introducía grandes partidas de cocaína ocultas en bolsas de ropa sucia de un vuelo procedente de Guayaquil (Ecuador). En esta operación se incautó un total de 538 kilogramos de clorhidrato de cocaína y fueron detenidas cinco personas de la red criminal, dos de ellos eran empleados de una empresa de limpieza que trabaja en el aeropuerto y que eran los encargados de extraer la droga