El huracán Hone pasó el domingo a poca distancia al sur de Hawai, dejando tanta lluvia que el Servicio Meteorológico Nacional canceló sus advertencias de fuertes vientos que podrían causar incendios forestales en las zonas más áridas de las islas.
En tanto, en el Pacífico oriental surgió una nueva amenaza con la formación de la tormenta tropical Héctor, la cual tiene vientos máximos sostenidos de 75 kilómetros por hora. De momento no había avisos ni alertas costeras en vigor mientras Héctor se desplaza sobre el mar, informó el Centro Nacional de Huracanes
Hone tenía vientos máximos de 140 kilómetros por hora el domingo por la mañana mientras avanzaba lentamente más allá de la Isla Grande. Su vórtice se ubicaba a unos 72 kilómetros de su punto más meridional, dijo Jon Jelsema, meteorólogo del Centro de Huracanes del Pacífico Central. Agregó que los vientos con fuerza de tormenta tropical golpeaban las laderas orientadas al sureste de la isla, llevando hasta 30 centímetros (un pie) o más de lluvia.
La autopista 11, ubicada entre Kona e Hilo, y una alternativa de mayor altitud, Cane Road, quedaron cerradas a causa de las inundaciones, aislando propiedades como la Aikane Plantation Coffee Co. a las afueras de Pahala, donde el propietario Phil Becker dijo que su pluviómetro de 25 centímetros se había desbordado durante el diluvio.
“Las inundaciones causaron bastante daño, el agua fluye a toda velocidad por los barrancos y desborda los puentes, así que estamos atrapados aquí abajo y no podemos entrar ni salir”, dijo Becker el domingo.
Becker dijo que su plantación está fuera de la red, alimentada con baterías cargadas por electricidad solar, y que su familia se encuentra a salvo, por lo que no tienen motivos para evacuar. Las lluvias incluso pueden resultar beneficiosas: “Hemos padecido de sequía, así que al café probablemente le esté sentando muy bien toda esta lluvia”, dijo.
El huracán Gilma se debilitó el sábado por la noche hasta convertirse en un huracán de categoría 3, pero se encontraba muy al este de Hawai y se pronosticaba que se convierta en depresión antes de llegar a las islas.
Se abrieron albergues ante la llegada del huracán Hone y se cerraron los parques de playa de la parte oriental de la Isla Grande debido al oleaje peligroso, informó el alcalde del condado de Hawai, Mitch Roth.
Jelsema ofreció una vívida metáfora de las precipitaciones: “A medida que la lluvia asciende por el terreno montañoso, se escurre, como una toalla mojada”, dijo.
“Ha empapado mucho esas zonas y los caminos han quedado inundados. Las aguas han interrumpido la circulación en secciones de la Isla Grande. Pero realmente esa es la única parte del estado que ha sufrido inundaciones hasta ahora”, dijo.
Hone, cuyo nombre significa “dulce y suave” en hawaiano, trajo a la mente los recuerdos aún frescos de los mortíferos incendios del año pasado en Maui, avivados por vientos huracanados. Las alertas de bandera roja se emiten cuando se combinan las temperaturas cálidas, la humedad muy baja y fuertes vientos para aumentar el peligro de incendio. La mayor parte del archipiélago ya está anormalmente seco o en sequía, según el Monitor de Sequía de Estados Unidos (USDM, por sus siglas en inglés).
El incendio del 8 de agosto del año pasado, que arrasó la histórica ciudad de Lahaina, fue el más mortífero de Estados Unidos en más de un siglo, con 102 muertos. Los pastos secos y crecidos y la sequía contribuyeron a propagar el fuego.
Calvin Endo, un miembro de la junta vecinal de Waianae Coast que vive en Makaha, un vecindario de Oahu propenso a los incendios forestales, lleva años preocupado por la maleza seca en la propiedad privada situada detrás de su casa. Él mismo se ha encargado de limpiar la maleza, pero le preocupan las casas colindantes con vegetación excesiva.
“Todo lo que se necesita es fuego y viento para tener otra Lahaina”, advirtió Endo cuando se acercaba la tormenta. “Noto que el viento ya empezó a soplar”.
Aún se investiga la causa del incendio de Lahaina, pero es posible que haya sido provocado por cables eléctricos y postes derribados por los fuertes vientos. Las dos compañías eléctricas del estado, Hawaiian Electric y Kauai Island Utility Cooperative, estaban preparadas para cortar el suministro si fuera necesario para reducir la posibilidad de el cableado dañado provoque incendios, pero luego anunciaron que las medidas de seguridad no eran necesarias tras el paso de Hone por las islas.
Roth dijo que un pequeño incendio que comenzó el viernes por la noche en Waikoloa, en el lado seco de la Isla Grande, fue controlado sin heridos ni daños.