El Girona no pudo resistir la presión del Metropolitano, un estadio en el que
Simeone ha conseguido instalar una fortaleza (pierde muy pocos partidos en casa) con el apoyo de una afición entregada. El Girona de
Míchel sigue fiel a la idea de la combinación. Es uno de los equipos de Primera que mejor trata el balón pero va a necesitar un tiempo para digerir las bajas de
Eric, Aleix, Savinho, Couto o
Dovbyk. No es un equipo menor al del año pasado, pero es una plantilla con menos calidad, a la espera de que los fichajes se adapten. Sin embargo, acabó jugando en campo del Atlético y con claras ocasiones de peligro.
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