Aunque la ciudadanía cada vez está más comprometida con el reciclaje de envases de vidrio, todavía circulan muchos falsos mitos en la población española, según refleja el estudio «Usos y actitudes de los españoles frente al reciclado de vidrio», realizado recientemente por Ecovidrio, la entidad sin ánimo de lucro encargada de la gestión del reciclado de los residuos de envases de vidrio en España, de la mano de GfK para analizar el perfil y las actitudes de los ciudadanos españoles ante el reciclaje. Entre los mitos más comunes se encuentran la creencia errónea del 25,9% de la población de que los residuos se mezclan cuando se vuelcan en los camiones de recogida, que la calidad de un producto reciclado es peor (6,9%) o que el reciclaje contamina más que producir un producto nuevo (6,6%). Dado que algunos de ellos están muy extendidos entre la población, es evidente que, según se refleja el estudio, incrementar la información sobre el reciclaje siga siendo fundamental para aumentar los niveles de recogida selectiva de residuos en España. El compromiso individual de los ciudadanos tiene un impacto positivo en nuestro planeta y el medioambiente. Para concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de este sencillo gesto, Ecovidrio revela los beneficios ambientales más importantes con solo reciclar 10 botellas de vidrio: Evita 5 kilos de basura en los vertederos: el vidrio es un recurso de valor que puede reciclarse infinitas veces, siempre manteniendo las mismas características y sin perder calidad. Evita la extracción de la naturaleza de 6 kilos de materia prima: al depositar nuestros envases de vidrio en los contenedores, permitimos que tengan una segunda vida a través de su posterior reciclado. El vidrio reciclado sirve como materia prima secundaria para fabricar nuevos envases, evitando que se extraigan de la naturaleza materias primas (arena, sosa y caliza). Ahorra la energía suficiente para cargar la batería de un smartphone durante 7 meses: el vidrio reciclado (calcín) es un «vidrio precocinado», que funde en los hornos vidrieros a menor temperatura que las materias primas de la naturaleza, lo que permite que las vidrieras ahorren energía. Evitamos emitir a la atmósfera el CO2 equivalente a 15 kilómetros de trayecto en coche: la temperatura a la que se debe fundir el vidrio reciclado es mucho menor que para fundir la materia prima original. Por este motivo se reduce la emisión de gases de efectos invernadero en hasta un 50%. La decisión individual de separar los envases de vidrio para llevarlos al contenedor verde parece un pequeño gesto, pero sumado al de muchísimas otras personas, tiene un gran impacto en nuestro medioambiente. Es un elemento clave en la lucha contra el cambio climático y la descarbonización de nuestra economía. En este sentido, gracias a todo el vidrio reciclado durante 2023 en nuestro país se ha logrado: Evitar la emisión de casi 579.036 toneladas de CO2 a la atmósfera, lo que equivale a dar 147 vueltas al mundo en avión por el ecuador de la Tierra. Ahorrar 713.013 MWh de energía, lo que equivale al consumo energético de los hospitales de toda España durante 2 meses. Evitar la extracción de más de 1 millón de toneladas de materias primas, lo que equivale a casi 4 veces el peso del Empire State. El reciclaje de envases de vidrio es una forma de proteger nuestra rica biodiversidad y de evitar seguir explotando recursos de la naturaleza, puesto que estos no son infinitos. Según los principios de la economía circular, en el futuro extraeremos casi más material de las ciudades que de las minas (urban mining), por eso es importante convertir nuestros residuos de vidrio en recursos para que podamos transformar antiguos envases en nuevos envases 100% funcionales. Por todo esto, separar nuestros envases de vidrio en el hogar y depositarlos en los contenedores es un gesto que merece la pena, ya que contribuye a la construcción de una economía circular sólida y a la maximización de los recursos naturales al tiempo que cuidamos el medioambiente y combatimos el cambio climático.