Durante la noche del sábado, la policía francesa detuvo en el aeropuerto de Le Bourget, situado al norte de París, al multimillonario Pavel Durov, el multimillonario franco-ruso que fundó 'Telegram', entre otras aplicaciones. El hombre deberá compadecer este domingo ante un tribunal de justicia por acusaciones de delito relacionadas con este popular servicio de mensajería instantánea.
La orden de arresto contra Durov fue emitida a raíz de una investigación de la OFIMIN, la agencia francesa de prevención de la violencia contra los menores. El ruso ha sido investigado por delitos de diferente índole, como fraude, tráfico de drogas, bullying cibernético, crimen organizado y promoción de terrorismo, tal y como han indicado fuentes ligadas al caso.
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El multimillonario franco-ruso es sospechoso de no haber tomado acciones dentro de su aplicación de 'Telegram' para impedir que sea utilizada con fines criminales, como compartir información de terceros o permitir la creación de grupos con fines de producir atentados o intercambiar pornografía de toda clase. Los medios locales explican que la orden de arresto emitida sobre Durov se debe a su "falta de cooperación con la justicia francesa".
Pavel Durov nació en San Petersburgo (Rusia) el 10 de octubre de 1984, en el seno de una familia de intelectuales. Desde pequeño ya demostró una gran capacidad para resolver problemas y una afición desmedida por la programación informática y los avances informáticos. Primero se graduó en Filología en la Universidad de Turín (Italia), donde su padre era doctor en la misma carrera, pero más tarde continuó sus estudios de vuelta en San Petersburgo, donde volvió a optar por la rama tecnológica.
Su hermano Nikolai también era un apasionado de la programación, y juntos lanzaron en 2006 'Vkontakte', más conocida como 'VK', una plataforma muy similar a Facebook que ha sido durante muchos años la más utilizada en Rusia y otros países de Europa del este. En esta red social no solo se pueden compartir noticias y crear grupos como en Facebook, también incluye una funcionalidad para subir y ver vídeos similar al YouTube de Google.
En la actualidad, VK cuenta con más de 650 millones de usuarios y, si bien es una de las redes más utilizadas en toda Europa del este, después de la invasión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y de la actual Guerra de Ucrania perdió muchos usuarios, especialmente por las discordancias y amenazas que recibió por parte del Kremlin de Putin.
Ya en 2011, las ansias de control del estado ruso les llevaron a exigir a Durov, que ya se había convertido en multimillonario gracias a su red social, tener acceso a los datos sobre los usuarios de VK para controlar los perfiles de los usuarios que eran contrarios al régimen ruso. Desde el momento en el que Pavel Durov se negó a entregarle la información privada y privilegiada a Kremlin para que ejerciera persecución política, se volvió uno de los mayores enemigos del gobierno ruso.
Para el año 2014, fatídica fecha en la que Rusia anexionó por la fuerza la Península de Crimea, el régimen de Putin estaba siendo tan restrictivo con Durov que tanto él como su hermano se vieron obligados a emigrar a Francia. Además, Durov vendió su parte de la empresa (12%) a un gigante de la telefonía ruso, Ivan Tavrin, el CEO de la operadora 'Megafon'. Este movimiento levantó sospechas de haber sido promovido por las altas esferas moscovitas.
Según una publicación que el propio Pavel compartió en VK después de su salida, su destitución como CEO de la empresa se debió a su negativa de proporcionarle información personal de los usuarios al Kremlin para que ejerciese control sobre los contenidos, así como por oponerse a la clausura de un grupo que existía en esta red social relacionado con el opositor Alexei Navalny, que falleció en prisión a principios de este 2024.
Después de haber triunfado con VK, el ya multimillonario Pavel Durov apostó mucho más fuerte en su otro gran éxito, el servicio de mensajería 'Telegram', que fundó en 2013 también codo a codo junto a su hermano. Aunque tiene un funcionamiento similar a 'Whatsapp', posee muchas más funcionalidades, y tiene el foco más puesto en la privacidad de los usuarios.
Aunque no es tan utilizada en España como en la mayoría de países de Europa del este, posee cada vez más usuarios, que principalmente se ven atraídos por la mayor intimidad que ofrece. Pero Durov no tardó en vérselas de nuevo con las ansias de control de Putin. En 2018, cuatro años después de su salida del país, el gobierno de Rusia le volvió a exigir al CEO de Telegram que les proporcionase información privada de sus usuarios.
Tras negarse de nuevo a dejar en manos del Kremlin a los clientes, Rusia acabó decretando la prohibición total de Telegram en su territorio. Esto fue un duro golpe económico para la empresa, que hasta su detención este sábado, Durov estaba dirigiendo desde Dubai, donde disponía de mayores beneficios fiscales que en la mayor parte de países europeos.
Esta libertad y privacidad que Telegram utiliza como bandera para atraer usuarios, aunque haya podido servir para huir de la censura estatal a muchas personas durante los años en que fue legal en Rusia, se ha convertido ahora en un arma de doble filo. Las autoridades de varios países del mundo, especialmente de Francia, han acusado a Durov de no estar tomando cartas en el asunto respecto a los usos criminales que algunos usuarios están haciendo de su aplicación.
Según el OFIMIN francés, existe la oscura sospecha de que Telegram podría estar siendo utilizado para cometer o promover delitos de tráfico de drogas, fraude, crimen organizado, promoción del terrorismo o intercambio de pornografía ilegal, entre muchos otros.