Tiene unos cinco años, pero ya mira a cámara con convencimiento mientras sostiene con fuerza el micrófono del karaoke. Suenan las primeras notas de 'Valerie' de Amy Winehouse y ella espera su momento de entrar. Es en ese instante cuando uno entiende que lo suyo siempre ha sido la música. «No, lo he pensado desde pequeña y… no, no hay otra cosa que quiera hacer», confiesa Daniela Garsal (Las Palmas de Gran Canaria, 1999) al otro lado del teléfono. Las imágenes corresponden al documental ' Supernova: The Process ' que recoge no solo el momento de aquel EP, sino la vuelta de la artista canaria de las tinieblas. Afortunadamente, todo aquello quedó encapsulado en esas canciones y 2024 ha traído nuevo EP de la artista canaria, ' Volver a casa ', así como nuevas canciones: «Creo que [este momento] plasma todo lo bueno a partir de mi recuperación de ese entonces, buena energía y sonidos nuevos. Intentar descubrir cómo me siento con la música. Siempre tiro para cosas tristes pero desde los recuerdos, no desde el presente». Esta nueva era de la artista canaria llega a Sevilla el próximo jueves 5 de septiembre al Pop CAAC , donde Daniela Garsal comparte cartel junto a Delaossa. Esta etapa supone, además, una vuelta a la raíz, a su tierra: «¡Ahora estoy que no me sacan de aquí!», asegura Daniela. «Es más bien el sentimiento de estar aquí, me siento muy cómoda aquí. Como siempre he estado del tingo al tango… Nunca he tenido problemas con vivir fuera, pero últimamente me siento muy a gusto aquí. Me siento en sintonía con la isla y con mi familia, con todo. Eso me tira para estar aquí. ¡Y que los alquileres están carísimos! (ríe)». Un poco de esa escena con el micrófono, el primer contacto con la música de Daniela Garsal fue en un concierto. Su tía, que por aquel entonces rondaba los 18 años, fue con sus amigas a un concierto de Bebe y se llevó a Daniela con ellas. «Me acuerdo de poco, pero me acuerdo», rememora Daniela. «Una de sus amigas, la más alta de todas, me subió a los hombros porque yo no veía y me quedé flipando. A partir de ahí dije: yo quiero eso. Tenía 5 añitos y me encantaba, me sabía todas las canciones de Bebe». La vida de Daniela Garsal ha estado siempre «entre el tingo y el tango», como ella misma reconoce. Su infancia la pasó entre Las Palmas y Dublín y, después, durante un tiempo, en Madrid. «Mi madre siempre había querido vivir fuera y fue a la agencia de viajes para probar con Londres, pero la muchacha le dijo que por qué no probaba Dublín, era más familiar y la economía estaba mejor. Mi madre tenía 26 años y yo casi cuatro. Me fui con ella, pero nunca he vivido en ningún sitio de seguido. Me iba un año y medio y volvía un año y medio a Gran Canaria. Siempre estuve cada curso en un país distinto». Aunque sus influencias maternas y paternas siempre han sido eclécticas, la música anglosajona ha tenido una gran influencia en Daniela como artista y en la visión de sus canciones: «Sobre todo de la música anglosajona, pero es que realmente desde chica me ponen de todo. Una de mis canciones favoritas es de heavy metal. Aunque escucho desde rock a todo tipo de música. A mi padre también le gustan los artistas clásicos como Sinatra o Presley y mi madre es más de los noventa. Por ella escucho mucho soul y mucho R'n'B , luego mi tío es más de rap y rock… y yo fui empapándome de todo eso, pero mis artistas favoritas siempre fueron Alicia Keys y Amy Winehouse . Las escuchaba a ellas y a los otros grupos y lo que a mí me gustaba era imitarlas y ver hasta dónde podía llegar con mi voz, desde bien chiquitita». Imitar casi siempre es el primer paso, pero Daniela ya desde pequeña va un poco más allá y pronto comienza escribir sus propias canciones: «Vivía en Gran Canaria, llevaba mucho tiempo escuchando a estas artistas, y me acuerdo que fue el año que murió Amy. Le pedí a mi madre un teclado y me allí me ponía a tocar mis cinco notas, porque no sabía, pero intentaba experimentar y sacar mis letras. Tengo una libreta aún de cuando tenía 8 años. Me divertía un montón». Entrar en la industria y en la escena no es fácil, sobre todo desde las islas y sin ningún contacto, así que, con 17 años, antes de terminar el bachillerato, Daniela empieza a usar las redes sociales como altavoz para darse a conocer: «No sabía qué hacer, no conocía a nadie así que subía covers a Instagram . A raíz de eso me vio un productor argentino que por aquel entonces estaba empezando y que a día de hoy trabaja con artistas grandes. A partir de ahí ya empecé a ir al estudio, aunque aún faltaba para sacar mis propias canciones», relata Daniela. Ahora, ya asentada en la isla, parece que Daniela ha encontrado un punto desde el que reconectar con su música. « Estoy trabajando desde Gran Canaria , donde resido, yendo al estudio, ahora en verano a un par de festivales, pero a Madrid no he ido mucho por el calor». Una posibilidad que antes parecía difícil, si no imposible, dado que en Madrid siempre ha sido mucho más fácil acceder a estudios, productores y promotores, así como entrar en contacto con otros artistas de la escena. Ahora la forma de hacer, producir y grabar música ha cambiado y hay otras alternativas fuera de la órbita madrileña: «Antes no conocía a nadie que lo hiciera así, ahora sí conozco a gente que produce, que graba, es mucho más fácil hacer música desde aquí , que tampoco mucho, pero sí más fácil». Ese amalgama que denominan «música urbana» tiene sus rincones, aristas y destellos y dentro de todo ese ecosistema a veces relucen con fuerza nombres como el de Daniela Garsal, una de las artistas emergentes más interesantes del panorama español y de esa escena canaria que parece volver a estar de moda cada poco, aunque nunca haya dejado de estarlo: «Es lo que decimos todos, no es que nunca haya habido artistas y escena, es que va un poco por modas. Se pone un sitio de moda y todos a escuchar los artistas de ese sitio . Siempre hemos estado tanto en Andalucía como en Canarias y otros puntos de la península, lo que pasa que sale un artista grande y se ponen a escuchar los de ahí». De momento, las canciones de Daniela Garsal llegan en forma de singles o EPs, aunque de un tiempo a esta parte ha estado trabajando en un disco , asegura, « pero no sé para cuándo ». Sin una discográfica detrás, para artistas como Daniela es mucho más complicado (y caro) llegar a sacar un álbum de estudio y hacer una gira con él: «En mi caso más bien es porque no hay dinero. Un disco conlleva tiempo y dinero, hay que pagar a la gente, videógrafos, productores, y si no es imposible. Aunque hagas algo lowcost es bastante dinero ». En su momento más dulce, Daniela tiene como objetivo ampliar sus horizontes como artista: « Me gustaría poder llegar a más gente musicalmente », reconoce la canaria. Aunque, en lo que a objetivos se refiere, laboralmente Daniela alerta de que para la mujer en la industria aún queda mucho por mejorar: «Me gustaría que haya más respeto a la hora de llegar a un sitio siendo chica, que te traten con más respeto . Muchas veces se dirigen al mánager en vez de a ti y la artista soy yo, ¿sabes? No te escuchan, solo si habla el que está al lado tuyo. Si te pones seria y hablas normal eres antipática. Pido que se nos respete, básicamente». Sobre esta dinámica alarmantemente habitual —que han denunciado en otras ocasiones artistas como Zahara —, Garsal recuerda más de un momento desagradable : «Por ejemplo, una vez fui al estudio con todos los niños de la isla allí en Madrid y había un artista, un productor y un mánager y saludaron a todos y a mí me saltaron, como si fuera la novia de alguno. Así es como funciona, o eres la novia o la grupi, y no . También me ha pasado en alguna prueba de sonido, no me dejan terminar una canción cuando al que va antes o después le dejan todo el repertorio. Es un poco duro, pero no sé, poco a poco y luchando el doble». Todo ese trabajo, ese doble esfuerzo y esa perseverancia no han hecho mella en su camino y de un tiempo a esta parte ya está dando sus frutos. Una nueva etapa que, además, se ve reflejada en su música y que llega a Sevilla el próximo 5 de septiembre dentro del Pop CAAC. Un escenario donde Daniela Garsal mostrará al público hispalense por qué nunca ha pensado en escoger otro camino: «Siempre me ha encantado la dermatología pero no para estudiarla, la verdad, me gusta ver y saber pero no querría ser dermatóloga. Nunca he tenido un plan B ». Siendo así, solo queda cumplir ese objetivo y que su música llegue a más gente. Para ello, Daniela se mantiene aferrada al micrófono con el mismo convencimiento que cuando era pequeña. Es la única manera.