Lamine Yamal puede con todo. Es capaz de amortiguar un susto familiar que desconcertaría a cualquiera y, a la vez, cubrir con un manto de orgullo canterano los problemas financieros del Barça en otro mercado veraniego terrorífico. Gracias a la magia de un chico de 17 años,
Hansi Flick solventó con otra victoria la segunda jornada liguera. El extremo le ganó la partida a su buen amigo Nico Williams con un golazo desde fuera del área, el primero de la temporada y el primero en
Montjuïc.Seguir leyendo...