Hoy era un día para comprobar si el Union Berlin había superado los fantasmas de la temporada pasada que casi le llevaron al descenso y comenzaba el curso 24/25 con una nueva cara de la mano de Bo Svensson. Y lo cierto es que los Eisernen se pueden volver satisfechos a la capital después de lo visto hoy, un empate con varios brotes verdes que permiten creer en hacer un buen año.
Llegaba Bo Svensson a Mainz con la intención de hacer un buen partido ante sus antiguos compañeros. Sorprendió con un equipo sin apenas fichajes, salvo un Jordan que volvía de cesión al Gladbach. Esperaban en el banquillo jugadores como Bénes, Vertessen o Querfeld que habían dejado buenas sensaciones en la pretemporada. El equipo salió con la intención de recuperar su fortaleza defensiva, confiando en ataque en el juego de espaldas de Siebatcheu y el acompañamiento de los extremos, sobre todo de un Hollerbach muy activo. El Mainz generaba peligro con Onisiwo y un Amiri que ha sido el mejor del partido. Cada equipo tuvo un par de llegadas en la primera mitad pero sobre todo se centraron en mantener el control del partido y no sufrir daños en defensa. Así se llegó con empate a cero al descanso.
La segunda mitad fue diferente. El Mainz salió mucho más activo y los Eisernen parecía que todavía seguían en el vestuario. En 20 minutos encerraron a los berlineses y terminaron convirtiendo su dominio en goles, con el tanto de Amiri de un gran tiro libre. Una falta que cedió el Union por una confusión de sus centrales que demostrabn que el equipo no estaba al 100%. Pudo sentenciar el Mainz en esta fase del duelo pero Bo Svensson reaccionó y dio entrada a Bénes, Vertessen y Skarke dando un par de marcha más al ataque Unioner. El eslovaco demostró por qué fue uno de los mejores jugadores de la pasada 2. Bundesliga y marcó un gran gol desde el borde del área con su pierna menos buena, la derecha. Hacia el final pudo marcar el doblete con un disparo envenenado que sacó Zentner. Con los capitalinos volcados, el Mainz tuvo opción de llevarse la victoria pero el intento de Burkardt salió desviado. Al final, un punto para cada equipo.
Las notas positivas fueron claras. Bénes y Vertessen dejaron claro su hambre y sus ganas de ser de la partida en el próximo duelo ante en casa. Además el equipo sacó su mejor versión cuando iba por debajo, mostrando ese carácter luchador que había caracterizado al Union en cursos anteriores. En los próximos días veremos si hay novedades de última hora en el conjunto berlinés o el mercado de fichajes se cierra con la plantilla actual en la que se podrían quedar jugadores importantes que han sonado para salir como Gosens, Leite o Doekhi (Los tres titulares hoy). En 6 días vuelve el Union Berlin a An der Alten Försterei en un bonito duelo ante el recién ascendido St. Pauli en el que debe corroborar las buenas sensaciones de hoy.