Borussia Dortmund sufrió pero consiguió la victoria sobre Eintracht Frankfurt en su estreno liguero. Tras un primer tiempo donde los dirigidos de Nuri Sahin estuvieron muy incómodos, un doblete de Bynoe-Gittens les dio en el tramo final los tres puntos.
Sahin no tenía el partido más sencillo para empezar su andadura en los banquillos de la Bundesliga, contra un Eintracht Frankfurt que siempre se presenta correoso. Las sensaciones en la pretemporada y el estreno en Pokal habían sido buenas, pero la toma de contacto de este nuevo Borussia Dortmund con la rutina liguera no lo fue tanto. El técnico turco apostó por una línea de tres centrales, con Süle titular, Malen como carrilero y Adeyemi como único punta, dejando a Beier en el banquillo.
El Eintracht, comandado por Ekitiké, evidenció que al BVB estaba falto de rodaje. Se apropiaron del balón en los primeros minutos y, en las ocasiones que Las Abejas intentaban salir jugando, la presión les forzaba muchos errores. Los visitantes tuvieron algunas llegadas pero tenían problemas para concretarlas, permitiendo al Dortmund acomodarse poco antes de la media hora de juego. Luego, cuando los de Sahin dieron un paso adelante y tomaron la iniciativa con el balón se atascaron, siendo incapaces de encontrar espacios ante un Frankfurt replegado. Pascal Gross, uno de los flamantes fichajes negriamarillos y líder de la medular, hizo notar su frustración por la falta de ofrecimiento de sus compañeros levantando los brazos en más de una ocasión. Salvo un taconazo de Sabitzer y un disparo desde lejos de Brandt, apenas generaron peligro en el primer tiempo.
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Las Águilas, como en el inicio del partido, saltaron al campo tras el descanso metiendo una marcha más. Sin embargo, esta vez el Dortmund logró escapar en bastantes ocasiones de la presión y asentarse. Esa necesidad de chispa para llegar al arco de Trapp continuaba, pero poco a poco le dieron vuelta a la situación y los cambios ayudaron. Aún así, el Eintracht tuvo una ocasión clarísima para ponerse por delante. Superado el minuto 70, el recién ingresado Nkounkou se encontró con un centro en boca de gol que sólo tenía que empujar, pero acabó mandando el esférico por encima del larguero.
Un minuto después de que los visitantes tuvieran el 0:1 en sus botas, llegó el 1:0. Bynoe-Gittens, que entró por Adeyemi, se deshizo de Kristensen con un recorte y sacó un disparo con la pierna derecha a la escuadra, imparable para el arquero. Un tanto que hizo estallar a Sahin, que temía por las tablas o un resultado peor, y a todo su cuerpo técnico. Los intentos del club del Meno por empatarlo en los minutos finales, salvo por un centro que rebotó en Anton y se fue pegado al palo, no sirvieron de mucho. A la contra y en el descuento, Gittens volvió a aparecer para sentenciar el encuentro.
No fue un día muy brillante para Borussia Dortmund y se notó que el plantel, además de encontrar su esquema y sus jugadores titulares, necesita ritmo competitivo. Veremos si la semana que viene, en casa de Werder Bremen, llegan esos cambios.