El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (RASFF) ha emitido de emitir una alerta sobre un lote de gambas marroquíes contaminadas que han sido exportadas a España desde el país vecino.
Según la notificación lanzada por las autoridades europeas, el lote de gambas (Parapenaeus longirostris) supera el límite de sulfitos permitidos y alerta de su potencial peligro para la salud.
La alerta, lanzada la semana pasada, ha sido actualizada este viernes por las autoridades europeas, que informan de que el lote procedente de Marruecos ha sido detectado en la frontera.
Según el análisis de las muestras, las gambas contenían una concentración de sulfitos de 339 +- 12% mg/kg - ppm, muy por encina de los 150 mg/kg - ppm que establece el límite legal autorizado por la Unión Europea.
El RASFF no ha informado de si el producto ha podido llegar al consumidor español ni ha precisado su marca.
Los sulfitos son unas sales inorgánicas que se utilizan como aditivos alimentarios. Están presentes en nuestro cuerpo y también en muchos alimentos como agregados durante la fermentación.
Los sulfitos son unos derivados del azufre que tienen propiedades conservantes, antifúngicas, antimicrobianas y antioxidantes. Están clasificados como aditivos alimentarios en la Unión Europea y se utilizan en esta industria como conservantes que previenen el deterioro, la fermentación no deseada y la oxidación, y, además, brindan protección contra las bacterias.
En la UE existe una normativa que determina cómo y cuándo es posible agregar sulfitos a los alimentos y en qué cantidades. Además, es obligatorio que la etiqueta muestre con claridad la leyenda "contiene sulfitos" indicando su función (antioxidante o conservante).
También puede reconocerse la presencia de sulfitos en las etiquetas de los alimentos por sus números E (E 220 a E 228).
De forma natural, los sulfitos se encuentran en muchas frutas deshidratadas, por ejemplo las pasas doradas, los albaricoques y las ciruelas pasas, y en las hortalizas deshidratadas y las patatas, las salsas y el zumo de limón.
La ingesta de sulfitos puede provocar en algunas reacciones similares a las de las alergias. Entre ellas, las más frecuentes que padecen las personas hipersensibles a los sulfitos incluyen sofocos, aceleración de los latidos cardíacos, sibilancias, urticaria, mareos, malestar estomacal y diarrea, desmayo, hormigueo o dificultad para tragar.
Los sulfitos pueden, además, agravar los síntomas del asma en un pequeño número de personas (3-10 % de los asmáticos tienen reacciones adversas después de ingerir sulfitos).
Además de síntomas respiratorios, los sulfitos también pueden ocasionar molestias digestivas y/o cutáneas, según. TSI Lifescience