Que la Premier League sea, para muchos, la mejor competición del mundo del fútbol, no exime de que haya algún que otro momento "tierra, trágame" a lo largo del campeonato. Y esta tarde se ha podido ver más de uno en el Ettihad.
Jugaba el todopoderoso Manchester City de Guardiola frente al Ipswich Town, que ha terminado con victoria por 4-1 para los locales. Y el portero visitante, el kosovar Arijanet Muric, fue protagonista del encuentro por sus muchas concesiones al City.
En el minuto 14, ya con el marcador luciendo un 1-0 con gol de Haaland, el meta puso el balón en juego en el pico del área. Su defensa le devolvió el pase, momento en el que los citizens adelantaron líneas. Muric se hizo un lío y, al final, terminó perdiendo la pelota frente a Savinho, que cedió atrás para que De Bruyne anotase a puerta vacía.
No habían pasado ni dos minutos cuando de nuevo Muric volvió a salir del área. En esta ocasión, tratando de cortar un pase en largo del propio De Bruyne sobre Haaland. Se le anticipó el noruego, tocó el balón de cabeza, se marchó del portero y marcó el 3-0 sin oposición. Apenas se llevaba un cuarto de hora de partido.
Dos minutos terribles para Muric, precisamente frente al peor rival posible. Contra el City, cualquier fallo cuesta goles. Una tarde para olvidar
