Hazte Oír ha remitido al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) un escrito de ampliación de su querella contra el presidente del Parlament, Josep Rull, en el que refuerzan sus acusaciones en base al informe de los Mossos sobre el operativo que fracasó en detener a Puigdemont.
La asociación provida señala que los Mossos comparten "la existencia de una operación dirigida a facilitar la vuelta" del expresident prófugo y en ella se habría contado "con la ayuda y complicidad" de trabajadores del Parlament bajo la "autorización del propio presidente" de la Cámara catalana, el querellado Rull.
Apuntan en el escrito al que ha tenido acceso LA RAZÓN que la operación policial desplegada para cumplir con el mandato del Supremo "ya constaban datos objetivos que avalaban la posibilidad de que el querellado utilizase las funciones inherentes a su cargo para facilitar la impunidad" del líder de Junts.
El informe de los Mossos entregado al juez Llarena, instructor de la causa del "procés", exponen desde Hazte Oí, "alude a la existencia de actuaciones dilatorias" dirigidas a obstaculizar la labor de los agentes de detenerlo y reproducen que "no fue posible" para los mossos porque "los responsables del Parlament no facilitaron que se pudieran realizar".
A fin de evitar que los efectivos de la policía pudiesen "llevar a cabo una inspección necesaria para determinar" si Puigdemont estaba o no en el interior del Parlament, aluden, "se utilizaron diversas excusas para lograr retrasar la labor policial", que incluyó, desveló el informe, exigencias de que fuera registrado en una petición por escrito, dirigida al propio Rull y que acabó en una denegación final bajo la razón de falta de personal laboral para que se practicase.
Hazte Oír vuelve a insistir al magistrado del TSJC que estas "actuaciones obstativas" por parte del president del Parlament, el neoconvergente Rull, podrían ser constitutivos de omisión del deber de perseguir delitos, desobediencia, denegación de auxilio a la Justicia, encubrimiento y connivencia con un delincuente. Todo ello, ostentando la condición de autoridad o funcionario público.
En el escrito también concretan su papel en aquella mañana del 8 de agosto y, citando textualmente las conclusiones de la visualización de las grabaciones de sus drones que realizaron a posteriori los Mossos, se afirma que Puigdemont llegó al entorno del Arco del Triunfo "andando, pero rodeado en todo momento de una multitud que impide que se pueda llevar a cabo una aproximación" por parte de la cuarentena de agentes de la Comisaría de Información allí desplegados. Entre la multitud destacaron "la presencia del president del Parlament".
Por todo ello, le hacen llegar a la Sala de lo Penal del Alto Tribunal catalán que Josep Rull fue "uno de los sujetos claves, y mientras escoltaba al fugitivo lo llevaba del brazo con un claro fin: confeccionar una imagen de autoridad frente a los agentes con evidente efecto disuasorio, además de dificultar una posible detención, por cuanto las fuerzas de seguridad tendrían que proceder, previamente a separarlos".
Otro elemento que no figura en el informe policial de los Mossos, pero lo facilita Hazte Oír en el escrito es que desde el Parlament se informó esa mañana que Puigdemont no había solicitado el voto telemático, "sugiriendo así que iba a asistir a la sesión parlamentaria" y siendo esta circunstancia trasladada públicamente "responsabilidad del querellado" Rull como primera autoridad legislativa de la comunidad. Interpretan que lo hizo como uno más de los elementos del "sistema de distracción" puesto en marcha.
Desde la asociación solicitan que se admita a trámite la querella sobre la que ya se incoaron diligencias indeterminadas a la espera del propio informe que ya han recibido en el tribunal en el que está aforado Josep Rull como segunda máxima autoridad de Cataluña.