Llámese o no cupo, lo que resulta evidente es que la cesión histórica de Pedro Sánchez a Cataluña obligará a ejecutar una potente subida de impuestos. Y los paganos serán las clases medias. El Gobierno tiene al alcance otra alternativa para financiar el compromiso adquirido con ERC: recortar el gasto. Pero a estas alturas, tras seis años de mandato socialista, pocos analistas dudan de que el presidente optará por la primera opción, complementada, probablemente, con el recurso a la deuda. A falta de conocer la letra pequeña del acuerdo, ya puede efectuarse una primera estimación ...